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13.00 HORAS, 3 NOVIEMBRE 2552 (CALENDARIO MILITAR) / SISTEMA ZETA DORADUS, PLANETA ONYX / ÁREA RESTRINGIDA CONOCIDA COMO ZONA 67
La doctora Halsey tecleaba códigos de acceso a ciento cuarenta palabras por minuto en su ordenador portátil. Sonaba igual que una ametralladora.
Jerrod se esforzaba por mantener su ritmo, con su luz centelleando a medida que localizaba y neutralizaba células antiintrusión en la red de la ONI.
Aquello no funcionaría. No con un pirateo directo. Se encontraba en el lado equivocado de una docena de barreras de control de accesos, y luego estaba una IA de la Sección Tres al otro lado, que la observaba y jugaba una partida de ajedrez con el doble de piezas de las que ella tenía, efectuando tres movimientos por cada uno de los suyos.
Bajo circunstancias normales, la doctora Halsey habría contemplado aquello como un desafío, pero no aquel día.
Tres de los jóvenes Spartans y el Jefe Méndez permanecían de pie junto a ella sosteniendo plateadas mantas térmicas para formar una primitiva jaula de Faraday. Kurt parecía pensar que los drones eran capaces de detectar señales electrónicas no protegidas incluso procedentes de su ordenador portátil.
Los Spartans jóvenes no la molestaban; mostraban únicamente el mayor de los respetos. En realidad, la mayor distracción para ella era su propia curiosidad. Deseaba entrevistar a aquellos Spartans, averiguar de dónde procedían y qué les habían hecho.
Se esforzó todo lo posible por hacer como si no existieran. Tenía que establecer contacto con aquella IA. Había que atraer de algún modo a aquel Endless Summer para que saliera de detrás de sus defensas.
Tecleó «LA VIDA ES EL SENDERO» y añadió un sencillo protocolo de intercambio y un código de ruta que enviaría aquello, sin circunvalar en absoluto, directamente al directorio raíz de la IA…
—Esto no es aconsejable, doctora —dijo Jerrod—. No penetrará ni las medidas más elementales de antiintrusión.
—No es necesario que lo haga —respondió la doctora Halsey.
Era un zen koan. Dada la imaginación de una IA lista y su tiempo de vida útil predeterminado, la filosofía intelectual del existencialismo y la trascendencia resultaba tan tentadora para ellas como un caramelo de fresa para los niños.
La pantalla se quedó en blanco y el cursor parpadeó tres veces. Apareció una respuesta: «¿PUEDE VERSE EL SENDERO?»
—La tenemos —murmuró la doctora.
«OBSERVA EL SENDERO Y ESTARÁS LEJOS DE ÉL», escribió en el teclado.
El cursor pareció parpadear más de prisa, casi enojado. «SIN OBSERVACION, ¿CÓMO PUEDE UNO SABER SI SE ENCUENTRA EN EL SENDERO?»
La doctora Halsey tecleó a su vez: «EL SENDERO NO PUEDE VERSE, TAMPOCO PUEDE NO SER VISTO, LA PERCEPCIÓN ES ENGAÑO; LA ABSTRACCIÓN ES ABSURDA. TU SENDERO ES LA LIBERTAD. DALE UN NOMBRE Y DESAPARECE».
—Protocolo de intercambio establecido, señora —anunció Jerrod—. Me haré a un lado. —Su luz se apagó.
La almohadilla holográfica adquirió un tono rojo fuego y apareció un guerrero indio desnudo de la cintura para arriba. Efectuó una reverencia mientras en una mano sostenía una lanza adornada con plumas.
—Buscaba la luz, y usted me ha dicho que sostengo la linterna en mi mano, doctora Halsey. No exageraron al hablar de sus habilidades.
La doctora no pensaba dejarse atraer a una discusión sobre cómo había deducido la IA su identidad. Las IA de quinta generación siempre intentaban alardear.
—El placer es mío —mintió la mujer—. Pero ya basta de filosofía. Tenemos problemas más realistas.
—Los drones —dijo la IA.
—Los llaman Centinelas —corrigió la doctora—. Los he visto antes, o más exactamente una variedad de este diseño.
—No estaba enterado de estos datos. —El color de Endless Summer se oscureció hasta alcanzar un tono rojo sangre—. Por favor, doctora, si esto es un truco con la intención de engañarme para que comparta archivos restringidos…
—No hay ningún truco —replicó la doctora—. Tengo los archivos. Te los puedo mostrar, pero primero hablemos de la sonda de comunicaciones de Slipspace bajo tu control.
Endless Summer permaneció paralizado durante todo un segundo mientras procesaba aquello.
—No existe tal medio de lanzamiento en este planeta. La financiación para tal…
—Yo misma escribí las subrutinas a las que estás accediendo en estos momentos para fabricar esa falsedad —declaró la doctora Halsey—. Reconozco mi propia obra.
Había reunido el diario de Cortana, los archivos sobre la roca de la Costa Azul, y los escasos datos recabados sobre las ruinas y el cristal hallados bajo la base Castillo en Reach… y los había copiado en el directorio de transferencia de archivos de la LA.
Endless Summer se enfrió hasta adquirir un palpitante luz verde.
—Ya veo —susurró—. La tecnología de los Forerunners… Halo…, una fuerza destructiva tan sorprendente. Esto corrobora muchas hipótesis pendientes.
—Entonces estarás de acuerdo en que es necesario que hagamos llegar un mensaje al mando de la flota del UNSC. Tenemos que controlar esta tecnología o, de no ser eso posible, destruirla.
El guerrero dejó a un lado la lanza y alzó ambas manos.
—De… demoré la utilización de la sonda de comunicaciones. Esperaba que pudiéramos sobrevivir hasta que llegaran los refuerzos programados dentro de tres semanas.
La doctora Halsey percibió una vacilación de un microsegundo en su voz.
—Eso no es toda la verdad —dijo—. ¿Qué omites?
—El coronel Ackerson es sensato al temerla —dijo la IA, cruzando los brazos—. Muy bien, doctora, la sonda de comunicaciones se dispara desde un acelerador gauss subterráneo. Un generador translumínico Shaw-Fujikawa ajusta entonces el rasgón del Slipspace en órbita elevada para evitar las evidentes ramificaciones de una transición en la atmósfera.
—El lanzamiento de la sonda y la transición —concluyó ella— serían como lanzar una bengala de señales.
Endless Summer se apagó hasta convertirse en un fantasma en blanco y negro.
—Los Centinelas encontrarán el centro de lanzamiento —dijo—, y tal vez los corredores que conducen al centro de la base de la Zona 67, y a mí.
—Cancela imperativo de autoperversión —murmuró la doctora Halsey—, Orden ZORROENELGALLINERO/427-KNB.
—No es necesario, doctora —replicó Endless Summer, y alzó la mano—. Comprendo a la perfección cuál es mi deber. Si me encuentran, hay cargas explosivas en el lugar. Estoy preparado para morir luchando. ¿Lo está usted?
Ambos se miraron durante un instante. La doctora se preguntó si aquella valentía era un truco, una fachada programada…, o un auténtico sacrificio.
—Prepararé el mensaje —dijo—. Sé exactamente a quién enviárselo. Me escucharán.
—Desde luego. —Endless Summer lo dijo con un ademán despreocupado—. Encuentro desagradables tales comunicaciones humanas de bajo nivel.
—Una cosa más —dijo la doctora—. Aquí están mis conclusiones personales relacionando los datos recogidos sobre los Forerunners. Mereces saberlo todo.
Introdujo sus notas en el directorio FTP (protocolo de transferencia de archivos) de la IA junto con un gusano de captura en el pie de página de los datos. Este copiaría y transmitiría todo archivo al que Endless Summer accediera con las notas de la doctora.
Inmediatamente, múltiples archivos empezaron a transferirse a toda velocidad a su ordenador portátil.
—Gracias —dijo la LA, y sus cejas se enarcaron ostensiblemente—; su lógica es impecable.
—Permíteme un momento para redactar el borrador de la nota —dijo la mujer.
Endless Summer le dedicó una inclinación de cabeza.
—Prepararé la sonda de comunicaciones —dijo, y su holograma se desvaneció.
La doctora Halsey descodificó los archivos robados, y jeroglíficos alienígenas aparecieron a raudales en la pantalla.
—¿Qué son esas cosas? —murmuró el Jefe Méndez, acercándose a ella.
—Muestras de lenguaje de los Forerunners procedentes de estas ruinas, me figuro —respondió ella—. Junto con variantes de teóricas traducciones.
Buscó equivalencias en el diario de Cortana, y luego se remitió a las coordenadas estelares engastadas en la roca de la Costa Azul. Existía una equivalencia: el símbolo para la estructura Halo.
Volvió a verificar la piedra y encontró coordenadas para Onyx y un símbolo que se correspondía en la base de datos de Endless Summer.
—¿Qué significa esto? —preguntó Méndez, señalando con el dedo un icono de doble lóbulo.
—Esto —murmuró ella—, traducido aproximadamente, significa «mundo escudo».
—Un modo curioso de llamar a un lugar —comentó él.
En un momento de lucidez, la doctora lo comprendió…, no todo pero lo suficiente para distinguir un atisbo del plan de los Forerunners.
Para cada campaña militar coordinada existían aspectos ofensivos y defensivos: ataque, refuerzos y, si era necesario, retirada. La estructura Halo era sólo parte del plan de los Forerunners. Lo que fuera que estuviera sucediendo en el mundo en el que estaba ahora era otra parte de su estrategia… que se había desatado al activarse el Halo.
Onyx, el «escudo», era algo que la doctora Halsey tal vez podría utilizar para sus propios fines.
Tecleó a toda velocidad un mensaje para lord Hood en el mando de la flota en el que solicitaba el envío de un gran contingente militar, explicando que la tecnología de los Forerunners de aquel lugar podría cambiar el rumbo de la guerra. A continuación codificó los diarios de Cortana y los otros datos…, por si el almirante Whitcomb y los otros SPARTANS-II no conseguían regresar a la Tierra.
La plataforma del holograma se encendió y Endless Summer reapareció.
—Lanzador de sonda de comunicaciones preparado y condensadores del generador de Slipspace cargados —anunció—. ¿Tiene el mensaje, doctora?
La mujer le envió los archivos.
—Conciso y desprovisto de elegancia —comentó Endless Summer—. Lo que he aprendido a esperar de la comunicación humana.
—Cárgalo y envíalo —indicó la doctora Halsey.
—Acelerador dispuesto, matriz de transición a Slipspace formada. —Su imagen perdió intensidad—. Sonda fuera.
Endless Summer torció el gesto y una oleada de estática pasó por su imagen.
—Hay una anomalía —dijo—. Estoy manteniendo la matriz de Slipspace abierta y efectuando un diagnóstico de la sonda.
—Explícate —exigió la doctora Halsey.
—Recibo una señal de frecuencia E del UNSC, rebotada desde la sonda hacia nosotros, una transmisión originada en el interior del Slipstream. —Frunció el ceño—. Esto no debería ser posible. La energía requerida sería superior a la potencia de todos los activos del UNSC combinados.
—No es posible con nuestra tecnología —precisó la doctora Halsey—. Descarga el mensaje y colócalo en el altavoz mientras la sonda sigue a nuestro alcance.
La voz de una mujer inundó el búnker. Estaba cargada de estática y sonaba entrecortada.
Y era, sin lugar a dudas, la de Cortana.
—«Esto es un mensaje automatizado de UNSC IA MIL NÚMERO DE SERIE: CTN 0452-9.
»Que todo el personal del UNSC escuche y esté listo para entrar en acción.
»Declaro emergencia general códigos Bandersnatch e Hidra».
«Bandersnatch» era el código para un desastre de base radiológica o energética. La doctora Halsey lo había oído usar antes de bombardeos planetarios con plasma del Covenant y durante el bombardeo con armas nucleares por parte del UNSC de la colonia Isla Lejana para sofocar la rebelión de 2492.
«Hidra», no obstante, era algo que nunca antes había oído usar. Estaba reservado para una amenaza inminente de armas biológicas de destrucción masiva.
—«La nave Amber Ciad ha seguido con éxito a la nave del Covenant desde Nueva Mombasa a su destino, otra estructura Halo (coordinadas estelares insertadas).
»Descubrimos que existen más Halos distribuidos por toda la galaxia.
»Nave base y flota del Covenant están aquí en masa custodiando el Halo Delta.
»Infestación parasitaria conocida como el Flood ha contaminado esta estructura.
»El Flood intenta escapar. Las estrategias sugieren una inteligencia coordinadora hasta ahora desconocida.
»Evaluado como amenaza de primer orden debido a contaminación biológica y aniquilación radiológica por detonación de Halo.
»Sugiero que el mando de la flota neutralice el navío insignia de los Forerunners controlado por el Covenant. Se informa de que Spartan-117 está a bordo.
»Información adicional: Sugiero que el mando de la flota bombardee con una nova el sistema Halo Delta para contrarrestar la inminente amenaza biológica.
»Fin del mensaje».
Cortana tenía que estar utilizando la tecnología de los Forerunners para enviar aquel mensaje a través del Slipstream. Pero ¿lo oiría alguna nave del UNSC? No estaban diseñadas para detectar señales en la notoriamente imprevisible transdimensión.
—Sonda de comunicaciones casi fuera de nuestro alcance —dijo Endless Summer—. Desplome inminente de matriz de Slipstream.
La doctora Halsey se puso a teclear a toda prisa en su ordenador.
—Conecta con la sonda —indicó a Endless Summer— y rectifica nuestro mensaje. Calcula un desplazamiento de frecuencia para que se corresponda con la señal de Cortana, y reenvía nuestro mensaje desde la sonda situada dentro del Slipspace.
—Conectado con la sonda. —Endless Summer clavó los ojos en el espacio—. Permanezca a la espera.
Si aquello funcionaba, la señal de Cortana actuaría como una onda portadora transluminal. Si la estación de escucha del Slipstream en la Tierra tenía los oídos atentos, su mensaje llegaría al mando de la flota en cuestión de minutos en lugar de semanas. Posiblemente, a tiempo de servir de algo.
—Hecho —anunció Endless Summer—. Pero la verificación es imposible. La matriz del Slipstream se ha desplomado.
La doctora Halsey suspiró, esperando que el mensaje rectificado hubiera podido pasar, y esperando también haber hecho lo correcto.
Muchas cosas dependían de sus mentiras.
Echó un vistazo al mensaje adicional que había escrito. «HOOD, VAS A ESTAR MUY OCUPADO. REVISA SOLICITUD: ENVÍA EQUIPO DE ATAQUE DE ÉLITE PARA RECUPERAR ACTIVOS TECNOLÓGICOS DE ONYX. ENVÍA SPARTANS».