Tal y como indica el editor George Faulkner en su introducción a la edición de 1752 de Instrucciones a los sirvientes, Swift no terminó la obra y la dejó sin pulir del todo, pues quería dedicar su tiempo a obras más serias y útiles. Parece que Swift tenía la intención de escribir un libro mucho más largo, y que le faltaron la energía y la inspiración para terminarlo. Eso explica el carácter algo tosco de algunos fragmentos. El texto que presentamos se basa en la edición de 1746 (también publicada en Dublín por G. Faulkner), pero también nos hemos servido de la edición de 1745 (publicada en Londres por R. Dodsley & M. Gooper), y de la edición de 1964 de Pantheon Books.