El jefe de inspectores William Brzolyak, después de entrar en su propia comisaría local con una automática del 45 en la mano, explicó que había matado a tiros a su mujer y a sus cinco hijos porque le vigilaban a sus espaldas. «Tendrían que haberme dejado en paz», declaró a los reporteros.

Los bañistas de las playas del South Side se quejaron de la presencia de bolas de una materia grasienta de un color marrón oscuro que flotaban en las aguas del lago y que, aparte de hacer desagradable la natación, constituían un posible riesgo para la salud.

La tormenta de verano que dejó caer unos quince centímetros de lluvia sobre los suburbios de Nueva York durante un período de cuatro horas fue descrita por los portavoces de la Oficina Meteorológica de los EE. UU. como «una rareza meteorológica». No estaba asociada a ningún sistema frontal o área de baja presión identificados. Sólo en los condados de Queens y Richmond, se estimaron daños materiales por varios millones de dólares.