Es costumbre colocar en las novelas un párrafo declinando toda la responsabilidad, en el cual se indica que los personajes son ficticios y no se pretende semejanza alguna con cualquier persona real, viva o muerta. En el caso de este libro eso es totalmente cierto, pese al hecho de que algunos de los personajes ostentan nombres que se han hecho famosos por su posición o actividades. La razón de ello es que, en cada caso, los personajes descritos son lo que los personajes de la vida real habrían sido… si hubiesen sido personas distintas de las que fueron en realidad.