PRESENTACIÓN

La naturaleza de espacios

Difícil me resulta hablar del excelente trabajo del arquitecto Johan van Lengen, ya que es mucho lo que se ha dicho acerca de su Manual del arquitecto descalzo. Perdurable es su obra, porque en ella encontramos una fusión entre el regionalismo, plasmado mediante la forma, y un misticismo sensorial, desarrollado por medio de sus elementos plásticos en combinación con el estudio de la luz, el agua y la vegetación. Estas características reflejadas en el presente manual se integran en diversos ámbitos, resultado de las innumerables investigaciones contextuales a lo largo del tiempo y lugares de tierra y de proyectos que se presentaron durante su caminar en búsqueda de la íntima relación del hombre y su entorno como hábitat cotidiano, la entrega del arquitecto Johan en cada propuesta ha dejado su esencia en el espacio construido, logrando que el usuario sea partícipe de esta.

El Manual del arquitecto descalzo se propone como un instrumento en la arquitectura universal, ya que a través de la forma, el color, las texturas y su integración a los sitios transmite conceptos emanados de la tradición local, de su origen y de recuerdos del mismo. Johan maneja su experiencia, que ha acumulado sabiamente durante su trayecto profesional en la forma y el volumen con rigor, pureza y racionalidad, creando una sincronía entre los espacios para activar los sentidos y armonizar los ambientes. Desarrolla para el hombre sitios sobrios de gran misticismo y silencio.

Johan maneja la dinámica entre los cuerpos y la fluidez que conduce por medio de ellos, producto del juego múltiple de escalas propuestas al utilizar elementos simples como los muros y las mamparas divisorias para delimitar escenas visuales y provocar recorridos. Se trata de la dualidad de escalas, donde el espacio está controlado por estos elementos y la envolvente es integradora de espacios de menor escala.

Los espacios en algunos casos son generosos y sin embargo, se someten al control estructurado por medio de ejes o hilos conductores establecidos claramente a partir de cambios de nivel, muros o alturas diferenciadas, todo con base en su experiencia en el campo real.

De particular interés resulta la aplicación de la naturaleza en sus espacios. La forma evoca el carácter del pueblo latino, su alegría y vivacidad. Su presencia aparece sólo como refuerzo para acentuar una intención; sirve al espacio, no lo invade ni lo satura. Efecto similar provoca el estudio de la luz. El cuidadoso control de las aperturas genera la serenidad o dinámica del lugar. Utilizada en escalas mínimas o mayores, el uso de la luz y el agua dan vida a los espacios y logran una comunicación contextual. La maravillosa obra de rescate y recuperación de sensibilidades hace posible la evolución del manual como reflexiones en torno a la naturaleza de los pueblos universales, y rescata su continuo diálogo con el espacio, con la tradición y con la vida contemporánea, para preservar y difundir su legado a la arquitectura, a los arquitectos, a los usuarios, a México y al mundo

Ricardo Salas

México, Distrito Federal