CALOR Y MOVIMIENTO

Energía es calor y también puede ser movimiento.

El calor lo podemos utilizar para calentar alimentos o nuestras viviendas cuando hace frío. La energía sirve, por ejemplo, para mover máquinas y herramientas, para bombear agua o cortar madera.

La naturaleza nos da muchas posibilidades para obtener energía. Si queremos generar calor se puede quemar leña, pero no todas las regiones cuentan con árboles o arbustos; además, si la gente no siembra nuevos árboles, la vegetación se extingue.

Pero también existen otras fuentes y formas para la obtención y aprovechamiento de energía, por ejemplo: el calor de los rayos solares, la fuerza del viento, la energía generada por el movimiento del agua de los ríos, así como el calor que se genera mediante la descomposición de desechos o la quema del gas producido durante este proceso.

Sin embargo, es importante considerar que algunos tipos de energía no siempre están a nuestro alcance. Una bomba de agua impulsada por un molino de viento, no trabaja sin viento; así como un calentador solar no funciona cuando hay lluvia.

Pero problemas como estos se pueden resolver mediante la construcción de cisternas para la recolección y almacenamiento del agua, que se podrá calentar con leña en los días nublados.

COMO EN UN CUENTO

Había una vez un lugar donde un día faltó la electricidad. La gente se molestó mucho, pues antes, siempre tenía electricidad en sus casas y ahora debía pasar las noches en la oscuridad.

En una reunión para solucionar el problema, una persona exclamó: «No tenemos petróleo, ni leña o gas, entonces, ¿cómo conseguiremos luz?».

Alguien más dijo: «Bueno, tenemos muchas flores en nuestros campos. Podemos usar la cera que producen las abejas y hacer aceite para que nuestras máquinas funcionen nuevamente, produzcan electricidad y así tendremos luz en nuestras casas».

Todos estaban de acuerdo, pero entonces se escuchó otra voz: «Si lo que queremos es luz, ¿por qué no usamos la cera directamente?».

Los demás se rieron y dijeron que eso era imposible: «¿Cómo hacerlo?». Entonces el hombre sacó de su bolsa un pedazo de cera, lo envolvió alrededor de una cuerdita y luego lo encendió. ¡Finalmente había luz!

Todos comprendieron que los problemas pueden solucionarse, de manera sencilla, tan sólo utilizando lo que tenemos a la mano.

¡Hacer lo máximo con lo mínimo!