Se llama ferrocemento el concreto utilizado con una malla gallinera en vez de con un armazón de varillas. Con este tipo de cemento podemos hacer techos, paneles y tinacos. La malla gallinera con las aberturas más chicas tiene una resistencia mejor que la malla más abierta.
Para no hacer encofrados ni usar varillas, vale la pena construir los dinteles de las puertas y ventanas con un molde sobre el suelo, así la obra avanzará más rápido y resultará más barata.
Con un solo molde se fabrican todos los dinteles de la casa. Este tipo de dinteles los llamaremos «túfer».
Primero construimos un molde, cuyo tubo mide 40 cm más que el propio molde; además, podemos hacer figuras decorativas en el túfer.
Para sacar el túfer, bajamos el lado movible del molde.
Molde cerrado.
Molde abierto mostrando un lado con figura.
La mezcla de ferrocemento debe ser en proporción 2:1 (dos de arena y una de cemento). Es muy importante no encharcar cuando mezclamos; para controlar la consistencia tenemos que regar poco a poco.
Cortar una pieza de malla del largo del molde y de unos 100 cm de ancho y doblarla.
El interior del molde y el tubo deben ser cubiertos con aceite quemado para que no se pegue la mezcla.
Antes de colocar la malla doblada, hay que poner 2 cm de mezcla sobre el fondo del molde.
Empujar la malla dentro de la mezcla y meter el tubo.
Llenar el molde con la mezcla y nivelarla arriba. La malla queda envuelta de tal modo que cubre un lado con otro. No olvidemos dar golpes con el martillo para vibrar el molde.
Un día después sacamos el túfer del molde. Hay que dejarlo secar en la sombra o cubrirlo durante 2 semanas, mojándolo siempre.
Para hacer túfer con largos diferentes, debemos construir un solo molde con una placa de madera suelta.
Unas observaciones acerca del uso correcto del ferrocemento:
Cuando usamos una revolvedora debemos poner 10% de agua y agregar arena y cemento; después echar el resto del agua.