MARCRETO

La gente que vive cerca de la costa puede hacer tinacos o cualquier otra pieza utilizando las sales del mar. El proceso es bastante sencillo y sólo hay que tener un poco de tiempo, pues el mar y el viento hacen el trabajo.

Varios ejemplos de marcreto.

  1. Para construir un tinaco, primero debemos hacerla estructura de una jaula con alambre y luego cubrirla con una malla de metal. Los mejores resultados se obtienen con una malla de 12 × 12 mm.

  2. Debemos sumergir la jaula dentro del mar en un lugar tranquilo, de pocas olas, y conectar el extremo de un alambre a la malla y el otro a una batería de coche (polo negativo).

    En el polo positivo conectamos otro alambre, cuyo extremo metemos en un trozo de carbón, que se suspende en el centro de la jaula.

  3. Después de varias semanas, según la composición del agua local, la malla queda cubierta con una camada de sales, parecida al coral.

  4. Debemos retirar el tinaco —jaula— del mar cuando tenga el espesor deseado; como la camada de sales requiere el sol para endurecerse, hay que sacarla con cuidado. Una vez fuera del agua, la dejamos secar durante un tiempo.

Ahora hay que dejar endurecer las sales depositadas por varias semanas, antes de ser usado.

La superficie se puede lijar previamente a su endurecimiento o solidificación.

Para recargar la batería utilizamos un dinamo movido por un molino de viento, ya que por lo general hay suficiente brisa en estas zonas.

Como la corriente no necesita ser constante, podemos conectar los alambres directamente al molino.

Como la carga necesaria varía entre 2 y 12 voltios, es posible usar partes de un coche viejo para hacer el molino.

La carga no necesita ser constante; además, como es pequeña, no perjudica la vida marítima.

Con este método podemos hacer tubos, lavabos, basones, bancos, canoas y muchas cosas más.

Una «fábrica» de tinacos, en la que los «obreros» están pescando.