Dentro de los cimientos colocamos una capa de cemento de 5 cm. Encima de esta cubierta y a los lados, vaciamos un recubrimiento compuesto por chapopote con zacate como aislante. Así formamos un tipo de cajón que llenamos con piedras redondas que sirven para almacenar el calor.
Encima de las piedras ponemos una capa de mortero y le damos un acabado con azulejos oscuros o con cemento pintado de cualquier color oscuro.
Sin embargo, en zonas muy frías será necesario construir además una chimenea.
Para utilizar al máximo posible el calor de la chimenea, debemos construir un piso de piedras sobre canales por donde pase el aire caliente antes de entrar en el tiro.
La sala tiene un área del piso elevada y más caliente para sentarnos.
También podemos usar la parte alta como recámara y poner colchones sobre el piso.
Debemos ubicar la chimenea en un muro interior para que el calor no se pierda fácilmente. El tiro de la chimenea debe ser construido de ladrillos alrededor de una abertura desde unos 20 × 20 cm2 hasta 40 × 40 cm2 como máximo. Esta abertura debe ser aplanada con una mezcla por dentro para que funcione bien.
Si usamos frecuentemente la chimenea, es recomendable empotrar un tubo con el fin de utilizar este calor para calentar agua.
Ubicar entre los cuartos.
La salida del tiro es cubierta con una tapa o «techito» para que el viento pase mejor por las aberturas de abajo, las cuales pueden estar a dos lados opuestos o por todos los costados, como en el dibujo de arriba.
La entrada de la boca de la chimenea en la parte de abajo tiene un área 10 veces más grande que el área de la abertura del tiro. Entonces con un tiro de 20 × 20, o sea 400, la boca tendría 4000, que pueden ser también las dimensiones de 50 × 80, altura por ancho. La profundidad de la boca es la mitad de la altura, que en este caso será de 25 cm.
Los lados y el fondo de la boca deben tener una pequeña inclinación para que el calor del fuego no suba por el tiro, sino que sea lanzado hacia el espacio de la habitación.
Para que el humo dentro del tiro no baje por la garganta con la fuerza del viento, es necesario construir un estante en la base del tiro.
El humo sale de la boca hacia el tiro y pasa por la garganta. Esta garganta tiene una abertura rectangular y es un poco más grande que el tiro. En el dibujo, la garganta tiene 10 × 50 cm2.
Corte de chimenea.
Vista en corte.
Este tipo de chimenea produce mucho calor con poca leña y está hecha de barro mezclado con pedazos de cerámica triturada (chamote) en forma de jarra grande y barrigona. En la parte baja debemos hacerle una ventana ovalada para que pase la leña.
La garganta es ligeramente cónica y termina con una abertura de 10 cm de diámetro, para poder encajarla en el tubo de salida, que está hecho de lámina. También es posible hacer una caja de metal que sirva como un pequeño fogón.
Para la base usamos dos ladrillos sueltos, uno encima del otro, los cuales pueden ser retirados para bajar la chimenea y limpiar la caja o el tubo.
Podemos hacer una chimenea con un tambo de 120 litros. Hay que cortar una puerta para poner leña y sacar las cenizas. Atrás hacemos una abertura para conectar un tubo hecho de hojalata para que el humo salga.
Hay que colocar otro tambo más chico sin fondo y tapa en la parte de abajo, rellenando el espacio entre los dos tambos con arcilla; de esta manera, el calor está mejor almacenado. En el fondo de la chimenea fijamos algunas varillas para mantener la leña y dar ventilación. Como base podemos usar algunos ladrillos.
Cortar la tapa y las aberturas para el tubo y la puerta.
Colocar un tambo chico y fijarlo con varillas.
Rellenar el espacio con arcilla.
Soldar la tapa con autógena.
Colocar el tubo y la puerta.
Corte.
Vista de la chimenea.
Hasta ahora hemos visto algunas maneras de hacer nuestra casa más caliente, pero es muy importante, también, en las zonas templadas, que el calor de nuestros cuartos no se pierda.
Para que la casa quede confortable, debemos:
Puerta hasta el piso.
Marcos bien justos.
Para no ver el plástico podemos poner otates o bambú.
Estudio.
La gente también es fuente de calor; por ello, cuando hace frío en la casa, es propicio que invitemos a muchos amigos…
¡Qué frío!
Aquí no.
En caso de que las ventanas y puertas no cierren bien, debemos colgar cortinas o en las tardes, cuando ya esté semioscuro, por lo menos colgar mantas.
No olvidemos que muchas veces existen emociones que nos provocan frío. Es importante que en zonas frías los colores de las habitaciones sean cálidos, como naranja, amarillo y marrón.