Para que las casas duren más tiempo, es necesario proteger la madera contra la humedad. Por tanto, trataremos de mantener la madera siempre lo más seca posible. Hay varias formas:
Usar aleros, que sirven tanto para proteger las paredes de la lluvia como para el calor del sol. Por lo menos deberán medir 60 cm, pero sería mejor si tuvieran 1,20 m.
Necesitamos proteger las extremidades de las piezas madera, ya que la humedad penetra mucho más fácil en estas partes que, por ejemplo, en los lados. Debemos darle protección a la madera con chapopote o pintura.
Otra manera será cubrir las esquinas expuestas con un tronco partido a la cuarta parte:
Hay que empezar el acabado arriba del suelo. El acabado de las paredes como otate, tablas finas o capa de argamasa, no resiste bien la humedad del suelo, así que los primeros 20 a 40 cm deberán ser de materiales sólidos como piedras, concreto, ladrillos o troncos de madera que toleren la humedad.
Debemos evitar el contacto directo de los horcones con la tierra y protegerlos con chapopote, concreto o quemando un extremo.
Con chapopote.
Con concreto.
No siempre es posible proteger las paredes exteriores de las edificaciones de las lluvias tropicales con aleros de un techo grande. En viviendas de dos pisos, por lo menos es posible extenderlo en el segundo piso.
Hay que buscar otras soluciones cuando los techos son planos (por falta de materiales para construir otros más adecuados). También con edificios más altos en las zonas urbanas serán necesarias nuevas formas de protección a las lluvias. La humedad no solamente destruye el material de la pared, sino también produce malestar al ambiente de adentro.
Cuando llueve la humedad entra.
Cuando aparece el sol.
Entonces con el sol la pared no se seca del todo porque la humedad ya está adentro.
Podemos evitar la humedad adentro, de dos maneras:
Construir paredes exteriores dúplex, es decir, de dos hiladas separadas por un espacio vacío.
Se construyen dos hiladas separadas con un espacio entre sí de 5 cm como mínimo. Hay que reunir las dos hiladas con ancoras hechas de varillas. A cada metro por lado y cada metro arriba se colocan las ancoras en el mortero, entre las junturas de la mampostería.
hilada interior
hilada exterior
Ahora la humedad no podrá penetrar en la hilada interior, el agua que pase escurrirá por el espacio. En el fondo colocamos a cada dos metros de distancia un tubito para que el agua pueda correr por afuera del edificio. Con esto el ambiente interior mejorará mucho.
Un acabado al exterior de la pared con cal y nopal dejará la pared impermeable para la lluvia, y el agua no penetrará.
Para evitar que la humedad del subsuelo suba por paredes, hay que ponerle chapopote encima y al lado exterior de la cimentación.
Para detener el paso del agua debemos hacer un recubrimiento en una pared de tierra:
En zonas donde no podamos conseguir nopal para el tratamiento de la pared, debemos protegerla con chapopote en el exterior.
Cortar un ladrillo para obtener las piezas a y b.
Como al borde del muro la tierra es más húmeda a causa de la lluvia, podría haber problemas con los puercos que escarban la tierra con su hocico y que pueden destruir la parte baja de los muros de bajareque.
En estos casos debemos reforzar la parte baja con un tronco o con piedras, o meter los animales en un corral.