Para entender mejor el proceso de diseño y distribución de los espacios, utilizaremos como ejemplo el de una casa pequeña de unos 6 × 9 m2, con dos habitaciones, una sala, cocina y cuarto de baño (la unidad cocina y cuarto de baño la llamaremos «coban»).
Empezaremos por el coban:
Después, la sala-comedor:
Finalmente, las dos recámaras:
La primera planta ya está proyectada; todavía falta:
Situar puertas y ventanas:
Cuando el terreno no es plano, debemos dejar una parte más alta que otra y conectarlas mediante escalones:
La parte rayada del dibujo indica la parte más alta o más baja.
Para evitar que la casa se parezca demasiado a una caja, podemos desplazar las distintas estancias y dar así una forma irregular que resulte más acogedora, vista desde el exterior:
Desplazamiento vertical.
Desplazamiento horizontal.
Pero no demasiado, porque daría una sensación confusa:
Redondear las esquinas suaviza la forma de caja:
Obviamente, la ubicación de la casa sobre el terreno cambia con el acceso de la calle o la posición del sol:
En climas secos incluimos un patio interior:
Observamos así que la forma de la sala pasa de ser cuadrada a rectangular. Es importante no ser rígido al diseñar, un poco de flexibilidad permite la aparición de nuevas formas.
Supongamos que en lugar de dos recámaras necesitamos tres:
Hacemos la planta más grande para mejorar la intercomunicación entre los espacios, añadamos un pasillo (p), y aumentamos el tamaño de la sala, o agregamos a la entrada de la casa una baranda. En el trópico húmedo, dejamos abierto el pasillo a la altura del techo para establecer una ventilación cruzada en las recámaras.
Otra forma de agrandar la planta es deslizar un espacio fuera del contorno del rectángulo. En este caso tenemos 4 recámaras:
Los espacios de esta planta —sala y habitaciones— son mayores. El pasillo tiene forma de «L» para permitir el acceso a todos los cuartos:
La planta anterior resulta algo complicada. Al desplazar ligeramente los espacios conseguimos otra planta más sencilla:
Las recámaras se comunican con la sala a través de un pasillo corto.
Situar los pisos al mismo nivel natural del terreno garantiza un ambiente más variado e interesante. Si esta planta se encontrara en una superficie inclinada, la mejor solución para comunicar los espacios sería añadir una escalera a la sala:
Perspectiva del dibujo anterior.
Muchas veces nuestra intuición nos da la mejor solución en la primera idea. En vez de buscar y buscar entre diferentes posibilidades, es más práctico quedarse con una sola y mejorarla hasta que el resultado sea satisfactorio. Claro está que si no es así, lo mejor será abandonar esa idea y buscar otra.
Como resulta más difícil reducir las dimensiones en un plano que aumentarlas, es mejor iniciar el diseño con espacios mínimos. Aumentarlos más tarde no creará problemas:
Si incluimos en el plano algún taller o tienda unida a la vivienda, esta deberá quedar a un lado de la sala para no quitar privacidad al resto de la casa:
En terrenos muy estrechos, será necesario incluir patios interiores entre la sala y las recámaras, para conseguir más aire y luz.
Si no es posible orientar la planta en relación con puertas y ventanas porque la situación lo hace difícil…
podemos colocar el coban al otro lado de la sala:
Lo importante es situar las recámaras hacia el este, o al menos al noroeste o sureste, para que las personas despierten con el sol en la recámara. Las recámaras que dan hacia el oeste son muy calientes a la hora de dormir.
En terrenos muy pequeños algunas dependencias son subidas a una segunda planta:
Si usamos nuestra planta inicial como ejemplo, las 2 recámaras deben ponerse en la parte de arriba. La escalera puede apoyarse contra la pared del coban:
Utilizar la misma pared como apoyo del piso superior. El acceso a las recámaras se realiza por medio de un pasillo:
Con un techo y un espacio más alto en la sala, conseguimos tener una casa pequeña pero agradable.
Cuando el terreno es muy estrecho e inclinado, los espacios se colocan uno tras otro, comenzando por la sala.
Observamos que para incluir la escalera, debemos cambiar las dimensiones de las recámaras. En vez de 3 × 3 m2, tendremos 4 × 2,5 m2:
Si la casa fuese mayor, necesitaríamos un techo más alto para acomodar las ventanas de la cocina y de una recámara:
En planta.
En perspectiva.
Un buen lugar para construir los armarios empotrados es a la entrada de las recámaras, a lo largo de sus paredes divisorias:
La planta de la derecha dispone a la vez de un armario abierto hacia el pasillo.
Con frecuencia pensamos que para tener una casa agradable debemos efectuar enormes gastos en materiales y realizar grandes esfuerzos; sin embargo, conviene recordar que no siempre el lujo y confort de una vivienda van unidos a su tamaño ni al tipo de materiales empleados en su construcción. El verdadero lujo consiste en vivir en una casa que se acomode perfectamente a nuestras costumbres y modo de vida.
Hemos visto en estas páginas cómo proyectar, cómo tomar nuestros sueños y convertirlos en espacios. Por ejemplo, tenemos:
Seis espacios para descansar, comer, dormir, trabajar… que juntos forman una vivienda:
La planta en perspectiva:
Este diseño no tiene ningún rasgo que llame especialmente la atención.
Pero si desplazamos varios espacios, moviendo tres paredes hacia afuera o hacia dentro, aumentamos poco el costo de la obra y conseguimos un diseño bien más atractivo:
En planta.
En perspectiva.
Este dibujo aporta nuevas ideas:
un lugar para estantes de libros;
un banco largo, tal vez con baranda;
una entrada agradable.
En el trópico seco, donde los techos deben ser planos, podemos mover las paredes o la altura de los techos para hacer la fachada más atractiva y no tener una casa en forma de caja:
Desplazando los espacios.
O las alturas de los espacios.
O ambos.
En el trópico húmedo o en climas templados, los techos serán inclinados:
A diferentes alturas.
Diferentes inclinaciones.
O varios techos.
En cualquier clima podemos hacer fachadas bonitas y algunos lugares interesantes en la casa, cuando usamos:
Balcones.
Portales.
Ventanas o galerías.