PERCEPCIÓN

No siempre estamos atentos a cómo el entorno y sus edificaciones afectan nuestros sentimientos. Esta comunicación ocurre de forma subliminal y rara vez identificamos su fuente. Dichas emociones pueden ser activadas con el uso de varios elementos, como:

TAMAÑO

Con edificios de diferentes alturas y volumen podemos crear una lectura más animada del entorno.

CONTRASTE

Al ir adelante, trabajando el contraste mediante formas y colores distintos, así como al crear un diálogo entre las edificaciones y las áreas de caminos, plazas y jardines, estimulamos la percepción que se aviva con las diferencias.

Obviamente, siempre debemos tener en cuenta las consideraciones básicas de composición en arquitectura.

SIMBÓLICO

Existen edificaciones que nos remiten a la esfera de la religiosidad, del poder económico, o nos inspiran placer, movimiento y aun temor.

COMPLEJIDAD

En un área con densidad de funciones, la variedad de las formas edificadas puede llamar nuestra atención sin presentar necesariamente un aspecto caótico.

SORPRESA

El recorrido urbano puede conducir a una diversidad de ambientes y a sus emociones asociadas. Espacios para trabajar, contemplar, andar, enamorar.