NOTAS
[1] Filarco. Historiador griego del siglo -III <<
[2] Los arqueólogos suelen escribir IV a. de C. que quiere decir «antes de Cristo», pero en este libro, para abreviar, anteponemos el signo menos (-) cuando expresamos fechas anteriores a la Era Cristiana. <<
[3] Martos Molino, Manuel, «En busca de Tartessos», Historia 16, 276, abril 1999, pp. 48-51. <<
[4] No era la única obsesión del germano. También pretendía que Alfonso XIII le concediera la Gran Cruz, y, a un nivel de menor exigencia, aspiraba a que le regalaran libros y a que Ortega y Gasset le pagara nada menos que cuatrocientas pesetas de entonces por una colaboración en su Revista de Occidente. <<
[5] Por el río Iber, el modesto río Piedras, un riachuelo en la provincia de Huelva, al que luego destronó el Ebro, que también llamaron Iber o Iberus. <<
[6] No sabemos si es el norte de Túnez o el cabo de Palos o el de La Nao, en Alicante. <<
[7] Llamada Cartago Nova, es decir «la nueva Cartago» (con evidente redundancia porque Cartago significa, a su vez Qarthadash, «ciudad nueva»). <<
[8] Por cierto, los elefantes que Aníbal llevó a Italia eran de la especie Loxodontia Africana, variedad Cyclotis, de pequeña alzada (apenas 2, 35 metros). Entonces abundaban en el norte de África, desde Túnez hasta Marruecos, pero los usaron tanto en la guerra y en los circos que la especie acabó por extinguirse. El otro elefante africano, el que vemos en los zoológicos y en las películas de Tarzán, el de las estepas de África Negra, es mucho mayor, hasta 3,40 metros. <<
[9] No hay ningún texto, ni hallazgo arqueológico que indique que los iberos dormían la siesta, pero parece que debe suponerse en un pueblo meridional y civilizado. <<
[10]Crónica del Condestable Iranzo, Edición y estudio por Juan de Mata Carriazo, Ed. Espasa Calpe, Madrid, 1940, p. 428). <<
[11] La primera moneda peninsular se acuñó en Ampurias en el siglo -V. <<
[12] Los santuarios del Cerro de los santos, Cigarralero y Serreta de Alcoy están en la montaña; los de Collado de los Jardines, Castellar de Santisteban y Nuestras señora de la Luz y la cueva des Cuyram (Ibiza) se asocian a abrigos, cuevas y manantiales. También suelen aparecer pozos (Collado de los Jardines; o los de la isla Plana, en Ibiza). <<
[13] Parece que la religión ibérica era positiva y maternal. No hay que conceder crédito alguno a los autores que se empeñan en hacernos creer que puede existir una maldición de los iberos para los que profanan sus lugares sagrados por motivos mundanos. Don Alvaro Cifuentes Martín, en un trabajo intitulado «Continúa la maldición de los iberos» divulgado por internet, sostiene que debido a esa maldición la señora doña Pilar Palazón Palazón, presidenta de una asociación ibérica, dio una tremenda costalada el 6-III-1999 durante su visita al santuario de Castellar de Santisteban a consecuencia de la cual se fracturó el troquiter y hubo de permanecer escayolada durante un mes. <<
[14] Cuevas de Menga y El Romeral, en Antequera; los sepulcros megalíticos de Huelva… <<
[15] Aníbal sacrificó a tres mil prisioneros a los manes de su abuelo Amilcar en -409, tras someter Himera. <<
[16] En Jaén, a principios del siglo XX, hubo un hornero en el barrio de los Caños al que apodaban Pollagorda, precisamente por eso, porque con aquella manaza que tenía detraía abusivas cantidades de masa de pan. <<
[17] La ge se añade por influencia de otras verduras comestibles, la algarroba, la galbana, etc. <<
[18] Manuel Pérez Rojas, «El bronce de Botorrita, nueva aportación a la lengua celtibérica» Revista de Arqueología, número 60, abril 1986, pp. 43-58. <<
[19] «Misterios de la Arqueología y del pasado», número 5, año 1, Madrid, 1997, pp. 14-15. <<
[20] Hoy también se adornan con esculturas las fachadas de los bancos y las plazas, pero la motivación de los iberos perdura: una obra cara e inútil que sirve para prestigiar al que la costea. <<
[21] Francisco Presedo, «La Dama de Baza», Trabajos de Prehistoria, 30, Madrid, 1973, pp. 41-46. <<
[22] El caso de Viriato lo citan Diodoro, 31, 21.ª y Apiano, Iber., 71. <<
[23] En Egipto se encuentra plata de origen seguramente ibérico, procedente del comercio fenicio, desde el siglo -IX (Tercer Periodo Intermedio). Al propio tiempo en Iberia aparecen objetos egipcios (amuletos, escarabeos, cerámica y alabastro egipcios). <<
[24] José María Pemán, La historia de España contada con sencillez, Madrid, 1939, Año de la Victoria. <<
[25] Juan Eslava Galán, La historia de España contada para escépticos, Ed. Planeta, Barcelona, 1995. <<
[26] Juan Antonio Ramírez, «El mito de la Dama de Elche», Historia 16, número, 251; febrero de 1997, pp. 74-79. <<
[27] Saludo ibérico que aparece en los platos de Abengibre. <<