25 de abril de 1453

La medianoche pasada Giacomo Coco tenía dispuestas dos galeras y muchas embarcaciones ligeras para atacar e incendiar los buques turcos estacionados bajo la colina de Pera. Pero los genoveses acapararon la acción prometiendo tomar parte en ella con fuerzas considerables tan pronto como el plan haya sido estudiado con más cuidado.

Me asombra el que crean que este secreto puede ser guardado, cuando ya lo conocen todos los marinos y hasta la gente del pueblo discute la posibilidad de un ataque por sorpresa a Pera.

El bombardeo continúa. Las pérdidas aumentan. Lo que se repara por la noche lo desmoronan los proyectiles de piedra al día siguiente. En el sector de la gran muralla defendido por los Guacchardi se han derrumbado dos torres.