7 de noviembre de 1965
Asunto: SCOUFFI, Alexandre.
Nacido en: Alejandría (Egipto), el 28 de abril de 1885.
Nacionalidad: griego.
Alexandre Scouffi vino por primera vez a Francia en 1920.
Sus señas sucesivas fueron:
Calle de Naples, 26, París (8.°).
Calle de Berne, 11, París (8.°), en un piso amueblado.
Hotel de Chicago, calle de Rome, 99, París (17.°).
Calle de Rome, 97, París (17.°), 5.° piso.
Scouffi era un literato que publicó muchos artículos en varias revistas, poemas de todo tipo y dos novelas: La pensión Au Poisson d’Or y Navío anclado.
También estudió canto y, aunque no ejerciese la profesión de artista lírico, actuó en la Sala Pleyel y en el Teatro de La Monnaie, en Bruselas. En París, la brigada antivicio se fija en Scouffi, lo consideran persona indeseable y se llega incluso a considerar la posibilidad de una expulsión.
En noviembre de 1924, mientras vive en el 26 de la calle de Naples, lo interroga la policía tras un intento de abuso de un menor.
Entre noviembre de 1930 y septiembre de 1931, reside en el Hotel de Chicago, calle de Rome, 99, con el joven Pierre D., de veinte años, soldado del 8.° regimiento del cuerpo de ingenieros en Versalles. Al parecer, Scouffi era asiduo de los bares especiales de Montmartre. Scouffi contaba con saneados ingresos que procedían de sus propiedades de Egipto, que heredó de su padre.
Asesinado en su piso de soltero, en el 97 de la calle de Rome. Nunca identificaron al asesino.
Asunto: DE WRÉDÉ, Oleg.
AUTeuil 54-73
Ha sido imposible hasta ahora identificar a la persona que responde a ese nombre.
Podría tratarse de un seudónimo o de un nombre prestado.
O de un súbdito extranjero que sólo residió poco tiempo en Francia.
El número de teléfono AUTeuil 54-73 lleva sin adjudicar desde 1952.
Durante diez años, entre 1942 y 1952, perteneció al TALLER DE AUTOMÓVILES DEL COMETA, calle de Foucault, 5, París, XVI.
Ese taller lleva cerrado desde 1952 y dentro de poco construirán en su emplazamiento un edificio de pisos de alquiler.
Una nota acompaña a esta hoja escrita a máquina:
«Aquí tiene, querido amigo, toda la información que he podido recopilar. Si necesita más, no dude en decírmelo. Y dele recuerdos a Hutte.
Atentamente,
Jean-Pierre Bernardy.»