Enero de 1915 a agosto de 1940

Thomas Lloyd no se alejaba nunca de Richmond. Vivía modestamente, conseguía trabajos ocasionales, procuraba no llamar la atención.

¿Qué había sido del pasado? Descubrió que el 22 de junio de 1903, día en que desapareció junto con Sarah, todos pensaron que se habían fugado. El padre de Lloyd, William Lloyd, cabeza de la distinguida familia de Richmond, lo había repudiado y desheredado. El coronel Carrington había ofrecido una recompensa a quien diera con él, pero en 1910 se marcharon del condado. Thomas descubrió además que el primo Waring no se había casado con Charlotte, y que había emigrado a Australia. Luego los propios padres de Lloyd habían muerto, nadie había conseguido averiguar el paradero de la hermana de Thomas, y la mansión familiar había sido vendida y demolida.

(El día que leyó los archivos del periódico local, lo pasó junto a Sarah, abrumado de tristeza.)

¿Y el futuro? Era un futuro intruso, invasor. Existía en un plano que sólo quienes habían sido congelados y liberados alcanzaban luego a percibir. Existía en la forma de esos hombres que venían, con algún secreto propósito, a congelar imágenes del pasado.

(El día que comprendió por primera vez quiénes podían ser esos hombres fantasmales que él llamaba los congeladores, permaneció junto a Sarah, vigilando celosamente las cercanías. Ese día, como adivinando lo que Lloyd sospechaba, uno de los congeladores se había paseado por la orilla del río, observando al joven y a la joven prisionera del tiempo.)

¿Y el presente? A Lloyd no le interesaba el presente ni lo compartía con las personas que vivían en él. Era un presente extraño, violento, aterrador… aunque él no se sintiera amenazado. Para Thomas era una presencia tan vaga como las otras dos dimensiones. Sólo el pasado y aquellas imágenes congeladas le parecían reales.

(El día que vio por primera vez la erosión de una escena, corrió sin detenerse hasta los prados, y allí se quedó hasta muy entrada la noche, mirando a Sarah, tratando de percibir el primer indicio de sustancia en la mano extendida.)