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Teoría de lo tierno

¿Aman las mujeres a los hombres tiernos? Sin duda, o al menos eso dicen siempre. Kurt se pregunta por la esencia de la ternura. ¿Una forma de amar no posesiva, llena de reciprocidades e intercambios, periférica al puro sexo, atenta a todos los meandros del alma femenina, remoloneando en sus orillas? Un día Kurt, en un encuentro con su amada, se queda sin fuerzas. Siente que la ama, y la desea, pero no hay vigor en su polla. Ella entonces sonríe, le besa con labios envolventes, y se va ocupando de su cuerpo, con caricias, búsquedas, rodeos, hasta que poco a poco lo lleva a la erección. Luego lo cabalga, y después de un largo jadeo alcanzan el orgasmo al mismo tiempo. Después Kurt advierte que ella se siente bien, plena, pletórica, hasta que le dice: Has estado maravilloso, lleno de ternura, te amo. Entonces un fogonazo salta en el cerebro de Kurt, y la palabra ternura se desdobla en dos ideas: la ternura en él y la ternura en la polla nacida. ¿Serán la misma cosa?, ¿descubre la mujer la ternura masculina cuando ella se siente sujeto activo de la resurrección de la carne del hombre? Kurt se resiste a una teoría tan llena de riesgos, pero cuando dos ideas coinciden en la misma palabra jamás es porque sí.