Lección de geografía
Cuando él va subiendo lentamente hacia el orgasmo, la mujer introduce un dedo en el culo de Kurt, acaricia sus mucosas interiores, y se produce un desplazamiento en el lugar físico del placer, que pierde centralidad y se organiza en dos polos. Ella, después, le expone sus teorías. La sexualidad masculina, en su acepción brutal, es un río caudaloso que se estrecha en un punto, como el pináculo de una torre, allí se hace tropel, y descarga; luego se remansa. Para que esto funcione han de estar obturadas otras alternativas de placer. La masculinidad agresiva se ejerce unipolarmente, y se desata con la furia de un rayo. Pero si abres otro frente, la energía recorre un territorio más vasto, y la intensidad no ahoga la percepción. Entonces descubres la fertilidad de tierras de tu cuerpo que creías yermas y yertas. Kurt, al oírla, se preocupa por su rol, y el macho que hay en él se pone en guardia. No temas ser más cosas de las que crees ser, le tranquiliza ella. El temor es lo contrario del amor. Deja que el placer decida, y vaya por donde le plazca, que es lo suyo.