Graznan las cornejas
y en vuelo vibrante van a la ciudad;
pronto nevará.
¡Feliz aquel que aún tiene patria!
Ahora estás inmóvil
y miras hacia atrás ¡cuánto tiempo ha pasado!
¿Por qué, loco,
al llegar el invierno has huido por el mundo?
El mundo: una puerta
fría y muda, a mil desiertos abierta.
Quien ya perdió
lo que tú perdiste, no encuentra más sosiego.
Ahora estás pálido,
condenado a una peregrinación de invierno,
semejante al humo,
que con continuo afán asciende a cielos más gélidos.
¡Vuela, pájaro, grazna
tu canción en tono de pájaro desértico!
¡Oculta, loco,
tu sangrante corazón en hielo y en desprecio!
Graznan las cornejas
y en vuelo vibrante van a la ciudad:
—pronto nevará.
¡Infeliz aquel que carece de patria!