(que provocó la caída del poeta en una fosa)
¡Oh maravilla! ¿Vuela aún?
Se eleva y están quietas sus alas?
¿Qué le impulsa y le transporta?
¿Cuál es tu meta, qué le guía, ¿qué le frena?
Como las estrellas y la eternidad
habita alturas de las que huye la vida,
compasivo incluso con la envidia—
¡Alto asciende quien contempla su vuelo suspendido!
¡Oh pájaro Albatros!
Me incitas con perpetuo impulso hacia lo alto.
Pensé en ti: y una lágrima
entre lágrimas vertí, —¡Sí, te amo!