CAPÍTULO VII. LA ACCIÓN EN EL MUNDO

[1] Es importante hacer notar que este capítulo no aborda los precios o valores de mercado, sino el valor de uso subjetivo. Los precios son consecuencia del valor de uso subjetivo. V. cap. XVI. <<

[2] V. Carl Menger, Grundsätze der Volkswirtschaftslehre, pp. 88 y ss, Viena 1871; [trad. esp.: Principios de economía política, Unión Editorial, Madrid 1983]; Böhm-Bawerk, Kapital und Kapitalzins, II, pp. 237 y ss, 3.a ed., Innsbruck 1909; [trad. esp.: Teoría positiva del Capital, Ediciones Aosta, Madrid 1998]. <<

[3] En el mundo externo no hay clases. Es la mente la que cataloga los fenómenos para así ordenar mejor nuestros conocimientos. El problema acerca de si cierta forma de clasificar fenómenos conduce o no a ese deseado fin es un asunto independiente de si determinada clasificación es o no lógicamente admisible. <<

[4] V. Daniel Bernoulli, Versuch einer neuen Theorie zur Bestimmung von Glücksfällen, trad. por Pringsheim, pp. 27 ss, Leipzig 1896. <<

[5] V. Max Weber, Gesammelte Aufsätze zur Wissenschaftslehre, p. 372, y también p. 149, Tubinga 1922. El término «pragmático» empleado por Weber se presta a confusión. No es oportuno emplearlo más que en orden a la filosofía del pragmatismo. Si Weber hubiera conocido el término «praxeología», seguramente lo habría preferido. <<

[6] V. p. 166-167. <<

[7] Algunos recursos naturales son tan escasos que se explotan por entero. <<

[8] Supuesta libre la movilidad del trabajo, resultaría antieconómico poner en explotación terrenos anteriormente no cultivados salvo que la feracidad de los mismos fuera tal que compensara los supletorios costes incurridos. <<

[9] V. más abajo, pp. 908-920. <<

[10] Karl Kautsky, Die soziale Revolution, II, pp. 16 ss, 3.a ed., Berlín 1911. Con respecto a Engels, v. infra cap. XXI, 2. <<

[11] El remo practicado deliberadamente como deporte y el canto cultivado seriamente por un aficionado son trabajo introversivo. V. cap. XXI, 1. <<

[12] Los caudillos (führers) no son descubridores; conducen al pueblo por las sendas que otros trazaron. El genio abre caminos a través de terrenos antes inaccesibles, sin preocuparse de si alguien le sigue o no. Los caudillos, en cambio, conducen a sus pueblos hacia objetivos ya conocidos que los súbditos desean alcanzar. <<

[13] Parece que hoy no existe ninguna traducción inglesa de este poema. En el libro de Douglas Yates (Franz Grillparzer, a Critical Biography, I, p. 57, Oxford 1946) se hace un resumen de su contenido en inglés. <<

[14] Una traducción del poema de Nietzsche puede hallarse en M. A. Mugge, Friedrich Nietzsche, p. 275. Nueva York 1911. <<