CAPÍTULO II. PROBLEMAS EPISTEMOLÓGICOS DE LAS CIENCIAS DE LA ACCIÓN HUMANA
[1] La historia económica, la economía descriptiva y la estadística no son, desde luego, otra cosa que historia. El término sociología se emplea en un doble sentido. La sociología descriptiva se ocupa de aquellos fenómenos históricos de la acción humana que no trata la economía descriptiva; hasta cierto punto, viene a invadir el campo de la etnología y la antropología. La sociología general examina la experiencia histórica con un criterio más universal que el adoptado por las demás ramas de la historia. Así, la historia propiamente dicha se interesará por una ciudad, o por las diversas ciudades en una cierta época, o por una nación individualizada, o por determinada área geográfica. Sin embargo, Max Weber, en su obra fundamental (Wirtschaft und Gesellschaft, pp. 513-660, Tubinga 1922 [tr. esp.: Economía y sociedad, FCE, México 1984]), aborda el estudio de la ciudad en general, es decir, examina toda la experiencia histórica atinente a la ciudad, sin limitarse a ningún específico periodo histórico, zona geográfica, pueblo, nación, raza o civilización. <<
[2] Pocos filósofos habrán gozado de un dominio más universal de las distintas ramas del saber moderno que Bergson. Y, sin embargo, una observación casual, en su último y gran libro, evidencia que Bergson ignoraba por completo el teorema fundamental en que se basa la moderna teoría del valor y del intercambio. Hablando de este último, dice «l’on ne peut le pratiquer sans s’être demandé si les deux objets échangés sont bien de même valeur, c’est-à-dire échangeables contre un même troisième». Les Deux Sources de la Morale et de la Religion, p. 68, París 1932. <<
[3] Lévy-Bruhl, How Natives Think, p. 386, trad. de LA. Clare, Nueva York 1932. <<
[4] Ibíd., p. 377. <<
[5] Lévy-Bruhl, Primitive Mentality, pp. 27-29, trad. de L. A. Clare, Nueva York 1923. <<
[6] Ibíd., p. 27. <<
[7] Ibíd., p. 437. <<
[8] V. los brillantes estudios de E. Cassirer, Philosophie der symbolischen Formen, II, p. 78, Berlín 1925. <<
[9] La ciencia, dice Meyerson, es «l’acte par le quel nous ramenons à l’identique ce qui nous a, tout d’abord, paru n’étre pas tel». De l’Explication dans les sciences, p. 154, París 1927. V. también Morris R. Cohen, A Preface to Logic, pp. 11-14, Nueva York 1944. <<
[10] Henri Poincaré, La Science et l’hypothése, p. 69, París 1918. <<
[11] Félix Kaufmann, Methodology of the Social Sciences, pp. 46-47, Londres 1944. <<
[12] Albert Einstein, Geometrie und Erfahrung, p. 3, Berlín 1923. <<
[13] V. S. P. Cheyney, Law in History and Other Essays, p. 27, Nueva York 1927. <<
[15] Henri Bergson, La pensée et le mouvant, p. 205, 4.a ed., París 1934. <<
[16] V. Ch. V. Langlois y Ch. Seignobos, Introduction to the Study of History, pp. 205-208, trad. de G. G. Berry, Londres 1925. <<
[17] Ver más adelante, cap. XVII, 4. <<
[18] Ver más adelante, cap. XI, 4. <<
[19] V. A. Eddington, The Philosophy of Physical Science, pp. 28-48, Nueva York 1939. <<
[20] Como no tratamos de estudiar la metodología en general, sino sólo los fundamentos indispensables para un tratado de economía, no es preciso insistir sobre las analogías existentes entre la comprensión de la relevancia histórica y la labor del médico al diagnosticar. Examinar ahora la metodología de la biología desbordaría los límites de nuestro estudio. <<
[21] Ver más adelante, cap. XIV, 7. <<
[23] Ver más adelante, cap. VII, 3. <<
[24] V. F. H. Knight, The Ethics of Competition and Other Essays, p. 139, Nueva York 1935 [trad. esp.: Ética de la sociedad competitiva, Unión Editorial, Madrid 1975]. <<
[25] William Godwin, An Enquiry Concerning Political Justice and Its Influence on General Virtue and Happiness, II, pp. 393-403, Dublín 1793. <<
[26] Charles Fourier, Théorie des quatre mouvements, I, p. 43. Obras completas, 3.a ed., París 1846. <<
[27] León Trotsky, Literature and Revolution, p. 256, trad. de R. Strunskim, Londres 1925. <<