CAPÍTULO XVI. LOS PRECIOS

[1] En la práctica, no es raro que esa diferencia de precios registrada por la estadística sea sólo aparente. Las respectivas cotizaciones a veces aluden a calidades distintas de un mismo artículo. Hay ocasiones también en las que, de acuerdo con usos mercantiles locales, los precios comprenden gastos de embalaje, pago al contado o a plazo y otras múltiples circunstancias que en el precio que se compara no han sido comprendidas. <<

[2] No sucede lo mismo con los tipos de intercambio entre el dinero, de un lado, y los productos y servicios, de otro. V. infra pp. 493-495. <<

[3] El problema que suscitan los bienes de capital de carácter inconvertible será abordado más adelante en pp. 600-607. <<

[4] Al decir «razonable» se quiere significar que los rendimientos previstos del capital convertible invertido en la prosecución de dicha producción no sean, al menos, inferiores a los que el actor supone podría obtener aplicando dicho capital a otros cometidos. <<

[5] V. supra, p. 93. <<

[6] Para un estudio a fondo del conservadurismo que impone a la gente la limitada convertibilidad de numerosos bienes de capital, es decir, ese factor histórico que interviene en la producción, v. pp. 744-758. <<

[7] V. supra pp. 38-39 y 66-67. <<

[8] V. Paul H. Douglas en Econometrica, VII, p. 105. <<

[9] V. Henry Schultz, The Theory and Measurement of Demand, pp. 405-427, University of Chicago Press, 1938. <<

[10] V. infra p. 480. <<

[11] V. Joseph A. Schumpeter, Capitalism, Socialism and Democracy, p. 175, Nueva York 1942 [tr. esp., Aguilar, Madrid 1968]. Un análisis crítico véase en Hayek, «The Use of Knowledge in Society», American Economic Review, XXXV, 529-530 [tr. esp. en la revista Estudios Públicos, n.o 12, Santiago de Chile, Primavera 1985]. <<

[*] Ecuación de intercambio, ver Notas del Traductor, p. 1047. <<

[13] La discriminación mediante el precio será objeto de estudio más adelante (ap. 10 de este capítulo). <<

[14] V. la refutación de esa torpe ampliación del concepto de monopolio en Richard T. Ely, Monopolies and Trusts, pp. 1-36, Nueva York 1906. <<

[15] Es evidente que cualquier situación de monopolio incompleto se viene abajo si las personas ajenas al monopolista pueden ampliar libremente sus ventas. <<

[16] A este respecto, v. infra pp. 455-460, sobre el buen nombre comercial. <<

[17] La expresión «monopolio marginal», como cualquier otra, es puramente convencional. A nada conduce objetar que todo otro tipo de monopolio capaz de originar precios de monopolio también podría ser calificado de marginal. <<

[18] La International Labor Office, bajo el título Intergovernmental Commodity Control Agreements, publicó en 1943 una colección de tales tratados. <<

[19] El término «licencia» no se emplea aquí en el sentido técnico normalmente empleado por la legislación de patentes. <<

[20] Sobre la importancia de este hecho, v. pp. 801-803. <<

[21] V. infra pp. 1009-1013. <<

[22] El incrementar los gastos de publicidad, igualmente, significa aumentar la inversión. <<

[23] Las sumas dinerarias conservadas en caja, si bien, cuando exceden de los saldos usuales, suelen ser calificadas de «atesoramiento», constituyen un modo específico de invertir el propio activo. El actor considera, dadas las circunstancias del mercado, la tenencia de metálico como la forma más oportuna de emplear una parte de su patrimonio. <<

[24] V. pp. 801-803. <<

[25] V. supra pp. 440-441. <<

[26] V. A. Marshall, Principles of Economics, pp. 124-127, 8.a ed., Londres 1930 [tr. esp., 4.a ed., Aguilar, Madrid 1963]. <<

[27] V. pp. 160-162. <<

[28] Para no confundir al lector utilizando demasiado términos nuevos, nos atendremos al uso común de denominar precios, tipo de interés y salarios decretados e impuestos por el gobierno o por otros organismos compulsivos (organizaciones sindicales en su caso) a esos fenómenos estatales. Nunca, sin embargo, debe olvidarse la fundamental diferencia entre aquellas realidades típicamente mercantiles que son los precios, los salarios y los tipos de interés y esas figuras legales que generan precios, salarios y tipos de interés, máximos o mínimos, en el deseo de suplantar los que el mercado libre impondría. <<