CAPÍTULO 32

Los secos espartanos

De Esparta hemos recibido el adjetivo «espartano», que significa «austero, sobrio, firme, severo». De la región que habitaban los espartanos, la Laconia, hemos recibido el adjetivo «lacónico», que aplicamos a la persona de pocas palabras, como lo eran los espartanos.[113] Ya se ve de qué va la copla: los espartanos vivían en una adustez sobrecogedora, sometidos a las leyes de Licurgo, un antiguo magistrado tan severo que lindaba en la crueldad.

La vida del espartano, de la cuna a la sepultura, era entrenarse para el combate y endurecerse. En Esparta no había lugar para los débiles. El bebé que nacía con el más mínimo defecto servía de alimento a buitres y lobos (lo despeñaban desde el monte Taigeto). A los niños los apartaban de las madres a los siete años y los educaban en incómodos cuarteles sometidos a disciplina militar, con entrenamientos extenuantes. Acostumbrados a la vida dura, a las privaciones, al hambre y al frío, también debían soportar el dolor: uno de los ritos de paso consistía en ser flagelado frente a una sacerdotisa que sostenía la imagen de Artemisa. La familia se enorgullecía de que su vástago soportara más latigazos que el del vecino.[114]

Los jóvenes espartanos ingresaban en la vida adulta mediante el rito de la crypteia,[115] que consistía en desterrarlos descalzos y desnudos, sin más equipaje que un cuchillo y una ración de pan, para que se buscaran la vida por sus medios a costa de los ilotas (la población campesina sometida), a los que podían robar y asesinar sin cargo alguno, ya que previamente el gobierno de la ciudad les había declarado la guerra.

Pasado un tiempo prudencial, los desterrados eran recibidos en la ciudad, ya ciudadanos de pleno derecho, o sea hoplitas certificados, y los infelices ilotas respiraban tranquilos hasta que saliera la siguiente promoción de reclutas.[116]

En Esparta no había monumentos, ni palacios, ni jardines. Por no tener, al principio no tuvieron ni siquiera murallas porque ¿quién iba a atacarlos que fuera más peligroso que los espartanos mismos?

Uno cínicamente piensa: soportaban esa vida por no trabajar, porque los ilotas que les estaban sometidos en condiciones de casi esclavitud se habrían rebelado contra cualquier amo menos terrible.

Escudo espartano (Museo Stoa de Attalos).