Libro tercero

La desaparición de un señor condenado

Pues sólo la mente del hombre es libre de explorar la altiva vastedad del cosmos infinito, para trascender la conciencia ordinaria, o vagar por los corredores subterráneos del cerebro humano con sus ilimitadas dimensiones. El universo y el individuo están unidos, el uno reflejado en el otro, y cada uno de ellos contiene al otro.

Crónica de la Espada Negra