NOTA DEL AUTOR

Esto es una novela y, además, una autobiografía burlona. No hay que tomarla por una historia cabal del Expresionismo Abstracto, el primer movimiento artístico importante originado en los Estados Unidos de América. Es una historia de mis propias respuestas idiosincrásicas a determinadas cosas, sencillamente.

Rabo Karabekian nunca ha existido, y tampoco Terry Kitchen ni Circe Berman ni Paul Slazinger ni Dan Gregory ni Edith Taft ni Marilee Kemp ni ninguno de los personajes principales de este libro. En cuanto a los personajes reales y famosos a los que menciono: no les he hecho hacer nada que no hicieran ellos cuando se les analizó en este polígono de pruebas.

Permitidme también decir que mucho de lo que he puesto en este libro lo inspiraron los grotescos precios que se pagaron por obras de arte durante este último siglo. Tremendas concentraciones de riqueza monetaria han hecho posible que unas pocas personas o instituciones dotaran a ciertas expresiones de la alegría humana de una inapropiada y por lo tanto angustiosa seriedad. Pienso no sólo en los monigotes artísticos, sino también en los juegos infantiles: correr, saltar, tirar, coger.

O bailar.

O cantar canciones.