Agradecimientos
Quisiera dar unas sentidas gracias a los siguientes augustos personajes:
En primer lugar y sobre todo al editor de Dell, Jacob Hoye por su excepcional paciencia y amabilidad. El libro que sostiene en las manos llegó a su mesa terriblemente tarde, y él, así como los correctores y publicistas, trabajaron a un ritmo inhumano para que llegara a las librerías. En su nombre y en el de todos los demás valientes en Dell, les pido humildemente disculpas, además de ofrecerme a ser castigada con treinta latigazos con un látigo de nueve puntas a la hora y lugar que ellos elijan.
A la doctora Elizabeth Miller, una de los mejores expertas en el mundo sobre Drácula, además de una persona encantadora. No solo me suministró material e información sobre el Loco Vlad para el prólogo, sino que también escribió el maravilloso proemio que aquí se incluye.
A Sherry Gottlieb, novelista, por su amistad (y la de Bunny) y su sugerencia absolutamente retorcida para el final del libro. (Vayan ahora mismo a comprar el maravilloso relato policial con colmillos Love Bite).
A mi hermano, Kurt Rumler, por haber empezado todo este puñetero asunto de los vampiros. Verán, fue Kurt quien, hace unos veintiocho años en el hotel Mariner de San Petersburgo, me puso en las manos una edición de bolsillo de Drácula y dijo: «Toma, niña. Lee esto…».
Por supuesto a mi agente, Russ Galen. Dios santo, Russ, ¿qué haría sin ti? (Me refiero, aparte de ganar mucho menos dinero y de tener mucho más estrés en mi vida…).
Y por fin, lo mejor para el final: A mi amado consorte durante dieciocho años, con quien estoy encantada. George, sinceramente, no podría haber acabado este libro sin tu ayuda tanto emocional como literaria. (De acuerdo que te robo todas las sugerencias, pero, oye, también comparto el dinero, ¿no?). Te amo con locura por tu atractivo griego, tu inteligencia, tu retorcido humor, tu amabilidad, tu encanto, tu generosidad y tu delicioso deseo de malcriarme, pero sobre todo porque nadie más me ha hecho sentir tan intensamente amada.
JEANNE KALOGRIDIS