Notas

[1] Debido a la cuántica.<<

[2] La pregunta que rara vez se formula es dónde tenía las serpientes Medusa. El vello del sobaco pasa a ser un problema todavía más embarazoso cuando insiste en morder la parte superior del envase del desodorante.<<

[3] Repollos.<<

[4] Repollos.<<

[5] Cualquier cosa que coma repollos y a la que le dé igual no tener amistades.<<

[6] Hasta que tuvo lugar un desafortunado incidente con el hacha, Gloria había sido capitana del equipo de baloncesto de la escuela. Los enanos no tienen altura, pero sí aceleración, y fueron muchas las jugadoras de un equipo visitante que se llevaron una sorpresa desagradable cuando Gloria apareció ante ellas surgiendo verticalmente de las profundidades.<<

[7] O cristales de metano. O anémonas de mar. El principio es el mismo. En cualquier caso, no tarda en llenarse con el equivalente local a las cajas de comida para llevar y las latas de cerveza vacías.<<

[8] Según la leyenda rural —al menos en las áreas donde los cerdos constituyen una parte vital de la economía doméstica—, el Papá Cerdo es una figura mítica del invierno que, la Noche de la Vigilia de los Puercos, galopa de casa en casa en un tosco trineo tirado por cuatro jabalíes para dejar regalos consistentes en salchichas, morcillas, jamones y cortezas de cerdo a todos los niños que han sido buenos. Siempre está diciendo «¡Jou, jou, jou!». Los niños que han sido malos reciben un saco lleno de huesos ensangrentados (esos pequeños detalles son los que te indican que la historia del Papá Cerdo es un cuento pensado para deleitar a la infancia). Hay una canción sobre él. Empieza así: «Más vale que tengas cuidado…».

Se dice que el Papá Cerdo tuvo su origen en la leyenda de un rey de aquellas tierras que, una noche de invierno, pasó casualmente, o eso dijo él, junto a la casa de tres jóvenes y las oyó llorar porque no tenían comida para celebrar el banquete de mediados del invierno. El rey se compadeció de ellas y les tiró un paquete de salchichas por la ventana.**

** Dejando seriamente conmocionada a una de las mujeres, pero no tiene sentido echar a perder una buena leyenda.<<

[9] Los magos no organizaban actos sociales. No daban bailes ni organizaban partidos de pelota. Ni siquiera tenían pelotas. Había una canción popular acerca de ello. Pero sí celebraban su Disculpe anual, o danza de entrada libre, que era uno de los momentos culminantes del calendario social de Ankh-Morpork. El Bibliotecario siempre lo esperaba con particular impaciencia y utilizaba una cantidad asombrosa de crema para el pelo.<<

[10] En inglés, holly significa «acebo». (N. del T.)<<

[11] Bueno, excepto la Universidad Invisible en una ocasión, pero aquello solo fue una broma de estudiantes.<<

[12] De hecho, la habitación más pequeña de la Universidad Invisible es el trastero para las escobas del cuarto piso. En realidad el tesorero se refería al lavabo. El catedrático sostenía la teoría de que todos los libros realmente buenos que hay en un edificio —al menos, los realmente divertidos—** gravitan hacia un montoncito dentro del lavabo, pero nadie ha tenido tiempo de leerlos todos o de saber siquiera cómo han ido a parar allí. Sus investigaciones estaban causando estreñimiento agudo y que cada mañana hubiera una cola delante de la puerta.

** Esos que tienen las ilustraciones con vacas y perros. Y textos como: «Apenas vio al pato, Elmer supo que aquel iba a ser un mal día».<<

[13] Y no parecía que hiciera nada en absoluto al enemigo.<<

[14] El archicanciller era un mago. Para un mago los tiros con efecto no consisten en los clásicos tres-circuitos-alrededor-de-la-mesa. El mejor que había hecho hasta el momento consistió en un rebote en el protector, un rebote en una gaviota, un rebote en la nuca del tesorero que había pasado por el pasillo el martes pasado (ahí hubo algo de giro temporal) y un complicado rebote final en el techo. Falló la bola por los pelos, pero aun así el tiro tuvo su efecto.<<

[15] Cosa que era muy cierta. La naturaleza puede adaptarse prácticamente a cualquier cosa. Había peces que habían evolucionado para vivir en el río. Parecían un cruce entre un cangrejo de caparazón blando y una aspiradora industrial y tendían a estallar en el agua limpia, y nadie sabía lo que había que utilizar como cebo; pero eran peces y a un cazador como Ridcully nunca le preocupa el sabor que pueda tener la presa.<<

[16] El prefecto mayor tenía la teoría de que los alimentos largos —como las judías, el apio y el ruibarbo— te hacían más alto, debido a la famosa Doctrina de las Firmas. A él ciertamente lo hacían más ligero.<<

[17] Y, naturalmente, una broma que nunca da en el blanco. La sordera no impide que los compositores oigan la música. Solo les impide oír las distracciones.<<

[18] No era el sabor. Muchos perritos calientes saben fatal. Pero Escurridizo había conseguido producir salchichas que no sabían a nada. Era extraño. Por mucha mostaza, ketchup y pepinillos que les echara encima la gente, seguían sin saber a nada. Ni siquiera los perritos de medianoche que les venden a los borrachos en Helsinki pueden igualar ese logro.<<

[19] La cerveza troll es sulfuro de amonio disuelto en alcohol y sabe como beber pilas fermentadas.<<

[20] No con muy buenos resultados, sin embargo. Stibbons pasó semanas puliendo lentes y soplando recipientes de cristal y terminó produciendo un artilugio que mostraba la tremenda cantidad de animales diminutos que había en una gota de agua del río Ankh.

El archicanciller le echó una mirada y luego comentó que cualquier cosa en la que pudiera existir tanta vida por fuerza tenía que ser buena para la salud.<<

[21] De acuerdo, de acuerdo: todas las canciones de enanos. Excepto la que habla de Aibó.<<

[22] Las apuestas de los trolls son aún más simples que las australianas. Uno de sus juegos más populares es el Una Arriba, que consiste en lanzar una moneda al aire y apostar sobre si volverá a caer o no.<<

[23] Las ratas figuraban ampliamente en la historia de Ankh-Morpork. Poco antes de que el patricio subiera al poder hubo una terrible plaga de ratas. El consejo ciudadano le hizo frente ofreciendo veinte peniques por cada cola de rata. Durante una o dos semanas aquello consiguió reducir el número de ratas… y de pronto la gente empezó a amontonarse con las manos llenas de colas, el tesoro de la ciudad estaba quedando vacío y nadie parecía estar trabajando mucho. Y seguía habiendo muchísimas ratas por ahí. Lord Vetinari había escuchado con gran atención mientras le explicaban el problema y luego resolvió la cuestión con una frase memorable que decía mucho acerca de él, acerca de la insensatez de ofrecer recompensas y acerca del instinto natural de los ankh-morporkianos en cualquier situación donde estuviera implicado el dinero: «Que las granjas de ratas paguen impuestos».<<

[24] Del muy antiguo término o-cul-testa; literalmente, uno que, en el fondo, tiene mucha cabeza.<<

[25] O, al menos, lo tiraron encima del río.<<

[26] Pero fueron treinta minutos de lo más gramaticales.<<

[27] En el fondo de cada armario siempre aparecen unos cuantos zapatos viejos. Si una sirena tuviera un armario, aparecerían también unos cuantos zapatos viejos en el fondo.<<

[28] Aunque, estrictamente hablando, los humanos la sienten a cada momento.<<

[29] subliminal’s

Tienen Suelas

¡SIENTE LOS CLABOS!<<

[30] Todavía tenía guardada la pepita en alguna parte.<<