92

La penúltima noche que pasó en Växjö, Jan Lewin soñó con aquel verano en que su padre le enseñó a montar en bicicleta. El mismo verano que le regalaron la primera bicicleta de verdad, una Crescent Valiant roja. El mismo verano que su padre murió de cáncer.

Cuando se despertó y fue al cuarto de baño, tuvo que abrir la ventana porque le faltaba el aire. Estaba lloviendo. Una lluvia calma bajo un cielo negro. Y hacía frío, además.

¿Qué estoy haciendo aquí?, pensó. Ya se ha terminado todo. Es hora de volver a casa.