Los tres prólogos de la edición francesa de 1911

Los tres prólogos de la

edición francesa de 1911

Nota aclaratoria

Las Memorias de una cantante, el libro más famoso de la literatura erótica alemana, ha aparecido recientemente en francés. Estas Memorias han sido atribuidas a Wilhelmine Schröeder-Devrient, la célebre cantante, quien, junto con la Sonntag, entusiasmó al público de su tiempo. Ningún hecho, ningún documento histórico asegura que esta atribución sea acertada. Claire de Glümer, amiga y biógrafa de la Schröeder, no habla jamás de estas Memorias.

Sin embargo, sabemos, a través de múltiples anécdotas que nos han sido reveladas, que la vida y la carrera de la Schröeder fueron muy agitadas; su carácter violento la sacaba con frecuencia de sus casillas, y tuvo muchas aventuras sentimentales.

Historias bastante escabrosas que ya corrían sobre ella mientras vivía justificarían, hasta cierto punto, el hecho de que se le atribuyan estas Memorias; pero, repito, no tenemos conocimiento de documento histórico alguno que lo pruebe de manera definitivamente científica. Apasionadas investigaciones de eruditos alemanes sobre la cuestión demostraron, no obstante, la identidad del estilo de la sra. Schröeder–Devrient con el de estas Memorias; y cada día son más los partidarios de la idea de que ella es realmente la verdadera autora del más famoso libro erótico alemán.

Ahora bien, el autor de la traducción francesa dice estar en poder de los papeles póstumos de la sra. Schröeder-Devrient y publica varios pasajes inéditos. ¡Qué suerte y qué buena idea! Algo que sin duda regocijará a los eruditos alemanes. Pero, al abrir el libro, el lector queda rápidamente defraudado. Esta traducción, no sólo no aporta documento nuevo alguno que pueda aclarar de una vez la cuestión de la paternidad de estas Memorias, sino que, por supuesto, el traductor no tuvo jamás en su poder papel alguno de la Schröeder. Todo ello no son más que afirmaciones gratuitas, osadas y hábilmente concebidas con fines publicitarios y de lucro.

Esta traducción es generalmente incompleta y, además de no llevar texto inédito alguno, muchos han sido totalmente modificados. Todos los pasajes demasiado fuertes, demasiado arriesgados, y en especial los diálogos, han sido enteramente distorsionados y suavizados; tanto es así que las escenas y los personajes del libro pierden carácter, relieve. Han adquirido un aire muy «francés» de ligereza y amable libertinaje que no está en absoluto en el original, a Ja vez más complicado y más cínico sin ser tan perverso (sic).

Traduttore, traditore. El traductor francés, pese a su ridículo pudor, herido por palabras concretas, ha hecho que este libro sea mucho más peligroso de lo que es en realidad, ya que oculta detrás de seductoras perífrasis lo que, en el original, no figuraba más que para provocar la indignación y alejar el mal.

Hemos, por lo tanto, restituido a este libro el carácter que tiene en alemán.

Conservamos de la traducción los pasajes bien traducidos y ajustamos todos los demás.

Dr. H. E.