[Sin nadie, en las balaustradas]

SIN nadie, en las balaustradas,

mi niña virgen del mar

borda las velas nevadas.

¡Ay que vengo, que yo vengo

herido, en una fragata,

sin nadie, mi vida, huyendo

de tu corazón pirata!

¡De prisa, mi marinera!

Que un jirón de tu bordado

haga que yo no me muera.