[Si Garcilaso volviera]

Si GARCILASO volviera,

yo sería su escudero;

que buen caballero era.

Mi traje de marinero

se trocaría en guerrera

ante el brillar de su acero;

que buen caballero era.

¡Qué dulce oírle, guerrero,

al borde de su estribera!

En la mano, mi sombrero;

que buen caballero era.