AGRADECIMIENTOS

En primer lugar, debo darle las gracias a mi mujer, Carly. Los soñadores pueden soñar cuanto quieran, pero sin una persona pragmática a su lado que los anime e incite, esos sueños nunca se harán realidad.

Gracias a mi agente, Alexandra Machinist, en parte por ayudarme a orientarme en esta industria que llamamos editorial, pero, sobre todo, por creer en mí y en mi obra, y por apoyarme cuando no me mostré dispuesto a ceder.

Gracias a mi editor, Ben Sevier, y al resto de su equipo de Dutton. Me habéis convertido en mejor escritor de lo que era y os estaré eternamente agradecido por ello.

En último lugar, gracias a Drew Pitzer, Amanda Hulsey, Aron Gooblar, Jay Johnston, Noah Davis, David Menoni, Marty McLoughlin, Kevin Trageser, Stephen Szycher y Michael Bedrick por leer y comentar los primeros borradores de este libro. Habría sido muy diferente y muy inferior sin vuestras críticas. Y lo que es más importante, gracias por ser mis lectores, por animarme a seguir escribiendo a pesar de que la frustración, el miedo y el desánimo se apoderaron de mí.