Ha regresado a París el hombre que hablaba de Octavia de Cádiz, andaba diciendo por calles y plazas el pérfido Bryce Echenique, ignorando por completo que me había dado así el título para lo que algún día sería esta novela. Primero tenía que escribir otra, para calmarme un poco. Sí, primero escribiría La vida exagerada de Martin Romaña.
—¿Y dónde anda ahora Martín Romaña? —le preguntaban sus amigos a Bryce Echenique.
—Sentadito en su sillón Voltaire y dicen que escribiendo.
También él estaba escribiendo. Y publicó un nuevo libro el día mismo en que se casó Octavia de Cádiz. Se llamaba, pérfidamente, claro está, La felicidad ja ja.