ADVERTENCIA DE DON GREGORIO CORROCHANO
Cualquier escritor sabe lo difícil que es contener la hemorragia de la tinta y sabe también que ésta se repite, como la de la sangre; acaso porque el escritor en esa corriente que se establece entre el cerebro y la pluma, tiene sangre en la tinta. Sirva esto de disculpa con el lector si con alguna frecuencia me encuentra reiterativo. Si el escritor se encariña con el tema, no solamente no intenta contener la hemorragia, sino que la provoca. En este caso clínico me encuentro cuando considero «el porqué» del toreo.
Cuando suena el clarín.