15

OTRO día, otro vuelo.

—Iván, los filósofos han escrito sentencias extrañísimas, cuya comprensión se me escapa.

—Y a mí, Nina. Los filósofos son como las corbatas o los trajes de ceremonia: visten mucho, resultan muy decorativos, pero no sirven para nada.

—Menos mal que alguien piensa como yo; creía que me estaba volviendo tonta —ambos rieron mentalmente.

Cada vez le gustaba más el muchacho.