Todas las culturas tienen creencias y prácticas religiosas organizadas comunitariamente. Incluso los esquimales tienen ritos comunitarios. Bajo el interrogatorio de los chamanes, esquimales asustados y enfermos confiesan públicamente violaciones de tabúes que han provocado su enfermedad y que han puesto en peligro al resto de la comunidad.
Entre los americanos nativos de las llanuras occidentales había ritos públicos anuales de autotortura y búsqueda de visiones conocidos como la Danza del Sol. Bajo la dirección de líderes chamanes, los danzantes del sol se ataban a un poste con una cuerda pasada a través de un corte en su piel. Observados por el grupo reunido en asamblea, daban vueltas o danzaban alrededor del poste y tiraban de la cuerda, hasta que se desmayaban o su piel se desgarraba. Estas exhibiciones públicas de resistencia y valentía formaban parte del acentuado complejo de pillaje y guerra que se desarrolló después de la llegada de los europeos.
Los ritos comunitarios se agrupan en dos grandes categorías: 1) ritos de solidaridad, y 2) ritos de paso. En los ritos de solidaridad, la participación en rituales públicos de carácter dramático realza el sentido de identidad del grupo, coordina las acciones de sus miembros individuales y prepara al grupo para una acción de cooperación inmediata o futura. Los ritos de paso celebran el movimiento social de los individuos, entrando o saliendo de los grupos, accediendo o abandonando estatus de importancia crítica tanto para ellos como para la comunidad. En todo el mundo, los principales acontecimientos para la celebración de los ritos de paso son la reproducción, la llegada a la madurez, el matrimonio y la muerte.