Las castas indias son grupos de filiación cerrados, endógamos y estratificados que guardan numerosas semejanzas tanto con las clases endógamas como con las minorías raciales, étnicas y culturales. Resulta imposible trazar una frontera precisa entre grupos como los negros y los judíos en los Estados Unidos, o la élite inca y las castas de la India. Con todo, la jerarquía de castas india posee ciertos rasgos que le son peculiares y merecen una especial atención.
Las peculiaridades de las castas indias tienen que ver con el hecho de que la jerarquía de castas es una parte integral del hinduismo, la religión más importante de la India. En este país es cuestión de convicción religiosa que no todas las personas son iguales desde un punto de vista espiritual y que los dioses han establecido una jerarquía de grupos. Esta jerarquía consiste en los cuatro principales varnas, o grados de ser. Según las tradiciones más antiguas (por ejemplo, los Himnos del Rigveda), los cuatro varnas corresponden a las partes físicas de Purusa, cuya desmembración dio origen a la raza humana. Su boca se convirtió en los brahmanes (sacerdotes), sus brazos en los kshatriyas (guerreros), sus muslos en los vaishyas (comerciantes y artesanos) y sus pies en los shudras (criados). (Gould, 1971). Según la Escritura hindú, el varna de un individuo está determinado por una regla de filiación; es decir, corresponde al varna de sus padres biológicos y es inalterable durante su vida.
La base de toda la moralidad hindú es la idea de que cada varna tiene sus propias reglas de conducta, o «senda del deber» (dharma). Con la muerte corporal, el alma afronta su destino en forma de transmigración a un ser inferior o superior (karma). Quienes siguen la «senda del deber» se encontrarán en un punto más alto del cuerpo de Purusa en su siguiente reencarnación. La desviación de la «senda del deber» provocará un descenso, en la próxima reencarnación del alma, al rango de paria o incluso animal.
Uno de los aspectos más importantes de la «senda del deber» es la práctica de ciertos tabúes con respecto al matrimonio, la alimentación y el contacto físico. El matrimonio con una persona de varna inferior se considera impuro y contaminador; también lo es aceptar alimentos cocinados o tocados por personas de varna inferior, y el simple contacto corporal entre un brahmán y un shudra está prohibido. En algunas partes de la India, no sólo había intocables, sino también invisibles: gentes que únicamente podían salir de noche.
Aunque las líneas generales de este sistema se aceptan en toda la India hindú, hay enormes diferencias regionales y locales en los detalles más delicados de la ideología y práctica de las relaciones entre castas. La principal fuente de estas complicaciones es el hecho de que no es el varna, sino millares de subdivisiones internamente estratificadas llamadas jatis (o subcastas) las que constituyen las unidades endógamas que funcionan en la práctica. Además, incluso jatis del mismo nombre (por ejemplo, «lavanderas», «zapateros», «pastores», etcétera) se dividen a su vez en subgrupos endógamos y linajes exógamos (Klass, 1979).