Para comprender los procesos responsables de las diferentes variedades de grupos domésticos e ideologías de filiación hay que analizar otro aspecto de la organización doméstica. Existe un amplio acuerdo entre los antropólogos en el sentido de que la pauta de residencia que se sigue después del matrimonio constituye un importante determinante de las reglas de filiación. Las principales prácticas de residencia postmarital se describen en el Cuadro 8.1.
Las prácticas de residencia postmarital influyen en las reglas de filiación porque determinan quién entra, abandona o permanece en el grupo doméstico (Murdock, 1949; Naroll, 1973). Así, proporcionan a los grupos domésticos núcleos distintivos de parientes que corresponden a las inclusiones y exclusiones producidas por los movimientos de las parejas casadas. Estos movimientos están, a su vez, influidos por las condiciones demográficas, tecnológicas, económicas y ecológicas a que están sujetos los seres humanos. De ahí que, en muchas sociedades, la principal función de las reglas de filiación y otros principios del parentesco sea movilizar y justificar las estructuras de los grupos domésticos bajo condiciones infraestructurales concretas.