La mayor parte de lo que es producido por el trabajo humano se distribuye mediante el intercambio. (Los casos de consumo directo por parte de los mismos productores constituyen la excepción). El intercambio designa la pauta panhumana de dar y recibir objetos y servicios valiosos. El aprovisionamiento en común de los niños por parte de los hombres y mujeres adultos es una forma de dar y recibir que, prácticamente, está restringida a los homínidos y que es importante para la definición de lo que significa ser humano. Los seres humanos no pueden vivir sin intercambiar su trabajo o los productos del mismo entre sí. Sin embargo, las pautas de intercambio difieren claramente según las culturas. Siguiendo la obra del economista Karl Polanyi, los antropólogos han distinguido tres tipos principales de intercambio: el recíproco, el redistributivo y el de mercado.