Cambios semejantes en los costos y beneficios de criar hijos también están detrás de la «transición demográfica» que tuvo lugar en Europa, Estados Unidos y Japón en el siglo XIX. Esta transición supuso una caída en las tasas tanto de natalidad como de mortalidad y un rebajamiento de la tasa de crecimiento de la población (el Cuadro 5.1 define algunos de estos términos de importancia demográfica).
Cuadro 5.1
Algunos conceptos demográficos básicos
Con la industrialización, los costes para criar hijos, especialmente después de la introducción de las leyes sobre el trabajo infantil y los estatutos sobre la educación obligatoria, se elevaron rápidamente. Llevaba más tiempo adquirir la preparación necesaria para ganarse la vida. De aquí que los padres tenían que esperar más tiempo que antes para que pudieran recibir cualquier tipo de beneficio económico procedente de sus hijos. Al mismo tiempo, todo el modelo de cómo la gente se ganaba la vida había cambiado. El trabajo había dejado de ser algo hecho por los miembros de la familia en una granja familiar o en una tienda familiar. Ahora, la gente ganaba su salario como individuos aislados bien en fábricas o bien en oficinas. Lo que la familia hacía junta era consumir; su único producto eran los hijos. Los beneficios de criar hijos acabaron dependiendo cada vez más y más de su buena voluntad de ayudar en las crisis médicas o económicas que agobiaban a la gente mayor. Pero con el aumento del promedio de vida y el enorme crecimiento de los costos de la atención médica se hizo cada vez más utópico para los padres esperar tal tipo de ayuda de sus hijos. Así pues, en las naciones industrializadas se ha visto la necesidad de sustituir el viejo sistema preindustrial, en el que los hijos cuidaban a sus padres ya mayores, por los seguros médicos, jubilaciones y residencias para ancianos. En muchas naciones industriales la tasa de fertilidad es actualmente bastante inferior a 2,1 hijos por mujer (tasa necesaria para reemplazar las pérdidas de población), como consecuencia de la necesidad de disponer de dos salarios por familia para mantener el nivel de clase media. Mientras esta situación continúe, cada vez habrá más hombres y mujeres que probablemente decidan tener solamente un hijo o ninguno, y cada vez habrá más individuos que pensarán que las formas tradicionales de intimidad familiar, sexual y emocional son demasiado caras. Volveremos al estudio del cambio de roles sexuales y de la organización familiar en los Estados Unidos en el Capítulo 16. La antropología de una sociedad industrial.