Los !kung san[10] son un pueblo de cazadores y recolectores que viven en el desierto del Kalahari a ambos lados de la frontera entre Botswana y Namibia en África del Sur (Lee, 1979). Al igual que la mayor parte de los cazadores y recolectores, los !kung recorren grandes distancias de un campamento a otro en busca de agua, caza y plantas silvestres alimenticias. Sólo construyen refugios temporales y tienen un mínimo de posesiones; sin embargo, están bien alimentados y alcanzan una edad de vida relativamente larga. Como en la mayor parte de los pueblos cazadores y recolectores, los hombres !kung están especializados en la caza mientras que las mujeres !kung están especializadas en la recolección, aunque a veces las mujeres traen animales pequeños al campamento y los hombres ayudan a transportar las pesadas cargas de nueces.
El número de individuos en un campamento !kung varía de 23 a 40, con una media de 31 (20 adultos y 11 niños). Durante un periodo de estudio de cuatro semanas, Richard Lee calculó que 20 adultos dedican una media de 2,4 días por semana a la caza y la recolección. Un día cualquiera, el número de individuos cazando o recolectando varía de cero a 16.
Aproximadamente el 60 por ciento de las calorías consumidas por un campamento !kung procede de la actividad de recolección de las mujeres. Estas recorren ampliamente todo el territorio, caminando de 2 a 12 millas por día en recorridos de ida y vuelta, lo que representa unas 1500 millas al año. En una jornada media cada mujer regresa con una carga de 15 a 33 libras de nueces, bayas, frutos, verduras y raíces en proporciones que varían de una estación a otra.
Los hombres cazan, de media, cada tres o cuatro días y sólo tienen éxito en aproximadamente el 23 por ciento de las ocasiones. La caza, por tanto, no es una fuente de energía eficiente para los !kung. Por cada caloría (por encima del metabolismo basal) gastada en la caza, la carne sólo producirá unas 3. Del total de las aproximadamente 2355 calorías consumidas por persona y día, la carne proporciona aproximadamente el 19 por ciento, las nueces y vegetales el resto. Sólo una nuez, el mongongo, proporciona aproximadamente el 70 por ciento de las calorías que ingieren los !kung suministrando también una parte importante de sus proteínas.
Los estudios de los !kung y otros pueblos cazadores y recolectores que sobreviven actualmente han desvanecido la idea de que la forma de vida cazadora y recolectora condena necesariamente a quienes la practican a una miserable existencia precaria, evitando la inanición sólo mediante un esfuerzo diario ininterrumpido. Aproximadamente el 10 por ciento de los !kung tienen más de 60 años de edad (comparado con el 5 por ciento en países agrícolas como Brasil y la India) y los exámenes médicos demuestran que gozan de buena salud.
Teniendo en cuenta la gran cantidad de carne y otras fuentes de proteínas en su dieta, su buena condición física y su abundante tiempo de ocio, los !kung tienen un alto nivel de vida. La clave de esta situación es que su población es baja en relación a los recursos que explotan. En un territorio hay menos de una persona por milla cuadrada y su esfuerzo de producción permanece por debajo de la capacidad de sustentación, sin intensificación apreciable (excepto en los últimos años debido a la aparición de pueblos vecinos que poseen ganadería).