Parecidas normas inconscientes rigen la combinación de morfemas para formar frases. Esta parte de la gramática se llama sintaxis. Los nativos pueden distinguir entre frases gramaticales y no gramaticales incluso aunque nunca hayan oído antes este tipo de combinaciones. Un ejemplo clásico es el siguiente:
A) «Colorless green ideas sleep furiously».
B) «Furiously sleep ideas green colorless».
La mayoría de los que hablan inglés considerarían la frase A como una expresión gramatical y la B como una expresión no gramatical, aunque ambas parezcan igualmente sin sentido.
Los nativos rara vez pueden explicar las normas que rigen la producción de expresiones gramaticales. Incluso la diferencia entre singular y plural resulta difícil de formular como una norma consciente. Añadiendo una s se convierte «cat» en «cats», «slap» en «slaps», «fat» en «fats»; pero algo distinto sucede en el caso de «house» —«houses», «rose»— «roses», «no-se» —«noses», y de nuevo algo distinto en los casos de «grag»— «grags», «flag» —«flags», y «hand»— «hands». (Existen tres alomorfos diferentes /-s/, /-ez/ y /-z/ que se emplean de acuerdo con una norma algo complicada y que la mayoría de los nativos de habla inglesa no pueden explicar con palabras[6]).
El conjunto de reglas estructurales inconscientes y el compartir dichas reglas por los miembros de una comunidad de tradición oral hace posible para los seres humanos producir e interpretar un número potencialmente infinito de mensajes, ninguno de los cuales necesita replicar de un forma precisa a cualquier otro mensaje previo. Noam Chomsky describió este comportamiento de la forma siguiente: «un comportamiento lingüístico normal… de un hablante, lector u oyente, es bastante frecuente que se dé con expresiones nuevas, con expresiones que no tienen ninguna semejanza formal o física con ninguna de las expresiones que se hayan podido producir en experiencias anteriores del oyente, o lo que es lo mismo, en la historia de la lengua hasta donde uno sabe». (1973:118).