Resumen

El lenguaje humano es único en poseer universalidad semántica, o la capacidad de producir un número ilimitado de mensajes nuevos sin pérdida de eficacia informadora. Por ejemplo, en contraste con las llamadas del gibón, el lenguaje humano tiene poderes ilimitados de productividad. Uno de los medios más importantes para conseguir esta productividad es la arbitrariedad de los elementos que transmiten la información. A pesar de la importancia de la herencia genética en la adquisición del lenguaje, las lenguas habladas dependen completamente del proceso de endoculturación; además, por lo general, las palabras carecen de cualquier parecido físico o iconográfico con sus referentes.

Otro factor importante en la consecución de la universalidad semántica es la dualidad de pauta. Esto se refiere al uso de elementos codificados arbitrarios en diferentes combinaciones para producir diferentes mensajes. Los elementos codificados básicos de las lenguas humanas son los fonemas o clases de sonidos contrastantes. Un fonema consiste en un conjunto de alófonos que son contrastantes con respecto a los alófonos de otros fonemas. Las diferentes lenguas tienen un repertorio muy variado de fonos, fonemas y alófonos. Ninguno de estos elementos tiene significado por sí mismo.

La dualidad de pauta queda expresada más ampliamente en la combinación de fonemas para formar morfemas, los cuales son las unidades mínimas de sonido que tienen significado. Los morfemas son clases de fonemas que contienen varias formas denominadas alomorfos. Los morfemas pueden ser libres o asociados, dependiendo de si pueden presentarse solos y constituir expresiones completas.

La capacidad para mandar y recibir mensajes en el lenguaje humano depende de cómo se comparten las normas para combinar fonemas que van a producir morfemas y cómo se combinan los morfemas para dar lugar a frases. Estas normas son parte de la gramática de una lengua. Y normalmente se siguen inconscientemente. En lo que se refiere a la fonética especifican las combinaciones de fonemas permitidas o prohibidas. Y en cuanto al nivel morfémico especifican las secuencias de los morfemas y alomorfos que se necesitan para formar expresiones completas. Dichas normas constituyen la sintaxis. El conocimiento de las reglas de sintaxis hace posible producir expresiones completamente nuevas y sin embargo comprensibles. Una teoría que avala esta propiedad de la sintaxis es que existe una estructura profunda a la cual pueden ser reducidas varias expresiones superficialmente distintas. Las frases nuevas son transformaciones de estas estructuras profundas y pueden ser comprendidas si seguimos su trayectoria remontándonos hasta sus componentes subyacentes.

Todas las lenguas humanas son mutuamente traducibles, y no existe evidencia de que algunas lenguas tengan una gramática más eficaz que otras. Las categorías gramaticales y los vocabularios son muy diferentes, pero estas diferencias no indican ningún defecto inherente en una lengua ni una inferioridad intelectual por parte de los que la hablan. Las categorizaciones generales y específicas, como es el caso de los números, clasificaciones de las plantas y términos que se refieren a los colores, reflejan la necesidad práctica de hacer distinciones generales o específicas ante condiciones naturales y culturales concretas.

La opinión de que ciertos dialectos correspondientes a lenguas estándar son formas inferiores de lenguaje, refleja prejuicios de clase y étnicos. Dialectos tales como el inglés vernáculo negro no inhiben por sí mismos un pensamiento claro y lógico.

Los intentos para mostrar que las diferencias gramaticales determinan la manera en que las gentes piensan y se comportan en diferentes culturas no han tenido éxito. Hay muy poca relación, si es que existe aparte del vocabulario, entre la lengua y las formas más importantes de adaptación demográfica, tecnológica, económica, etológica, doméstica, política y religiosa. Esto no significa que categorías lingüísticas obligatorias tales como las que se refieren al sexo, edad y diferencias de clase sean aspectos triviales de la vida sociocultural. Estos aspectos de la lengua deben ser estudiados y analizados seriamente debido a sus posibles efectos perjudiciales.

Las lenguas, como todos los demás aspectos de la cultura, están constantemente cambiando como resultado de procesos internos y externos. Todas las lenguas son «corrupciones» de lenguas madres anteriores. La glotocronología se basa en la premisa de que no solamente las lenguas cambian, sino que cambian a un ritmo que se puede predecir.

El estudio de los cambios que sufre una lengua, así como el estudio de otros aspectos lingüísticos, muestra la predominancia de los factores inconscientes en la vida sociocultural. Aunque la universalidad semántica es un grande y maravilloso don humano, no nos proporciona automáticamente una completa conciencia y genuina libertad de pensar. Para llegar a ser completamente conscientes, debemos esforzarnos por entender cómo la cultura controla lo que pensamos y lo que hacemos.