Culturas rudimentarias entre los grandes simios

Durante un periodo de muchos años, Jane van Lawick-Goodall y sus colaboradores han estudiado la conducta de una única población de chimpancés en libertad en el Parque Nacional del Gombe, en Tanzania. Uno de sus descubrimientos más notables es que los chimpancés «pescan» hormigas y termitas. «Termitear» implica primero romper una ramita o un trozo de enredadera, quitar las hojas y ramas laterales y luego localizar un termitero apropiado. El termitero es duro como el cemento e impenetrable excepto por ciertas entradas de galerías someramente ocultas. El chimpancé levanta la fina cubierta que tapa el orificio de la galería e introduce la ramita, cuyo extremo muerden las termitas del interior, luego la saca y lame las termitas que cuelgan de ella. Especialmente impresionante es el hecho de que los chimpancés preparan primero la ramita y luego la llevan en sus bocas de un nido a otro mientras buscan la entrada de una galería apropiada (Van Lawick-Goodall, 1968). «Hormiguear» es una interesante variante. Los chimpancés del Gombe «pescan» una especie de hormigas cazadoras nómadas y agresivas que pueden infligir una mordedura dolorosa. Al encontrar el nido subterráneo temporal de estas hormigas los chimpancés fabrican un utensilio con una ramita verde que introducen en el nido; en ese momento, cientos de feroces hormigas trepan por ella para repeler al invasor:

El chimpancé observa cómo suben y cuando las hormigas casi han alcanzado su mano, retira la ramita rápidamente. En una fracción de segundo desliza rápidamente la otra mano por toda ella… agarrando las hormigas en masa entre el pulgar y el índice. Luego se las echa a la boca que espera abierta y las mastica con furia (McGrew, 1977:278).

Los chimpancés también fabrican «esponjas» para absorber el agua de los huecos de los árboles. Deshojan una ramita, ponen las hojas en su boca, las mastican brevemente, ponen la masa de hojas en el agua, dejan que se empapen, las vuelven a poner en su boca y chupan el agua. Emplean una esponja similar para secar su piel, limpiarla de sustancias pegajosas y limpiar las nalgas de los bebés chimpancés.

Los chimpancés del Gombe también emplean palos como palancas y útiles de excavación para despegar nidos de hormigas arbóreas y ensanchar la entrada de colmenas subterráneas.

Por otra parte, otros observadores han visto a los chimpancés en sus hábitats nativos golpear frutos de piel dura, semillas y nueces con palos o piedras. Un chimpancé en la selva del Budongo, Uganda, utilizaba una hoja sobre una ramita como espantamoscas (Sugiyama, 1969).

Los chimpancés parecen ir más lejos que otros primates en la utilización de armas y proyectiles. Arrojan piedras, excrementos y palos con considerable precisión. Bajo condiciones semicontroladas se ha observado que esgrimen grandes palos con propósitos mortales. Un investigador (Kortlandt, 1967) construyó un leopardo relleno cuya cabeza y cola podían moverse mecánicamente. Colocó al leopardo en la zona habitada por los chimpancés y cuando estos lo vieron hizo moverse las piezas del leopardo. Los chimpancés atacaron al leopardo con grandes palos, lo desgarraron y arrastraron los restos hacia los matorrales.

No parece que haya genes específicos responsables de la pesca de termitas, de hormigas y de las otras conductas indicadas más arriba en los chimpancés. En realidad, para que tenga lugar dicha conducta, deben encontrarse presentes en los chimpancés jóvenes capacidades genéticamente determinadas para el aprendizaje, la manipulación de objetos y la alimentación omnívora. Pero estas capacidades y predisposiciones biológicas generales no pueden explicar la pesca de termitas y hormigas. Supuestos sólo grupos de chimpancés jóvenes, varitas y nidos de termitas, es poco probable que se dé tal pesca. El ingrediente que falta sería la información acerca de la pesca de termitas y hormigas almacenada en los cerebros de los chimpancés adultos.

Entre los chimpancés del Gombe, los jóvenes no comienzan a pescar termitas hasta que tienen de 18 a 22 meses de edad. Al principio su conducta es desmañada e ineficaz, y no adquieren la suficiente habilidad hasta los 3 años aproximadamente. Van Lawick-Goodall fue testigo muchas veces de pequeños que observaban atentamente cómo los adultos pescaban termitas. Los aprendices que obtenían buena pesca con frecuencia descartaban los palitos de pescar termitas e intentaban utilizar sus propios recursos. Pescar hormigas, con el riesgo de ser mordidos, les lleva más tiempo aprenderlo. Los chimpancés más jóvenes logran una cierta habilidad hacia los 4 años de edad (McGrew, 1977:282). La conclusión de que pescar hormigas es un rasgo cultural resulta fortalecida por el hecho de que los chimpancés de otros lugares no explotan las hormigas cazadoras a pesar de que la especie está ampliamente distribuida por todo el continente africano. Al mismo tiempo, otros grupos de chimpancés explotan otras especies de hormigas en formas que difieren de la tradición del Gombe. Por ejemplo, los chimpancés de las montañas Mahali, a 170 kilómetros al sur del Gombe, introducen varitas y raspan el interior de los nidos de hormigas arbóreas, las cuales son ignoradas por los chimpancés del Gombe (Nishida, 1973).