No todos los enfoques de la postguerra referidos a la teoría cultural están destinados a explicar el origen de las diferencias y similitudes culturales. En Francia, bajo la dirección de Claude Lévi-Strauss, el punto de vista conocido como estructuralismo ha sido ampliamente aceptado. El estructuralismo se dedica sólo a las uniformidades psicológicas que subyacen tras diferencias aparentes en el pensamiento y en el comportamiento. Según Lévi-Strauss, estas uniformidades surgen de la estructura del cerebro humano y del proceso de pensamiento inconsciente. La característica estructural más importante de la mente humana es la tendencia a dicotomizar, o a pensar en términos de oposiciones binarias, y después intentar mediar esta oposición mediante un tercer concepto, que puede servir como base para otra oposición. Una oposición recurrente presente en muchos mitos, por ejemplo, es cultura/naturaleza. Desde el punto de vista estructural, cuanto más cambien las culturas más permanecerán siendo las mismas, puesto que simplemente constituyen variaciones del tema de las oposiciones recurrentes y sus resoluciones. El estructuralismo, por consiguiente, se dedica a explicar similitudes entre culturas, pero no a explicar las diferencias. (Véase la sección «Mito y contrastes binarios» del Capítulo 13, para encontrar un ejemplo de análisis estructuralista).