Habrá tiempo de asesinar y de crear, y tiempo para todos los trabajos y los días de las manos que levantan y dejan caer una pregunta en tu bandeja; tiempo para ti y tiempo para mí, y tiempo aun para cien indecisiones, y para cien visiones y revisiones, antes de tomar té con tostadas.
En el cuarto las mujeres van y vienen hablando de Miguel Ángel.
La canción de amor de J. Alfred Prufrock,
T. S. ELIOT