Apologia pro Geologia Sua

El antiguo paisaje descrito en esta saga representa a Europa durante la llamada regresión del mio-plioceno, cuando el Mediterráneo se hallaba en su nivel más bajo antes de la apertura del estrecho de Gibraltar. La fecha de este último acontecimiento no ha sido firmemente establecida, pero puede haber tenido lugar aproximadamente unos 5'5 millones de años antes de la época actual, y yo he redondeado esa cifra a 6 millones de años. Durante la época del mioceno, la cuenca mediterránea recibía las aguas del Atlántico vía dos canales que se abrieron y cerraron un cierto número de veces… el canal Bético en la parte sur de España, y el canal del Rif, que se extendía cruzando la parte norte de Marruecos, Argelia y Tunicia. La ruptura de Gibraltar tuvo lugar después de que los canales del Rif y Bético fueran cerrados. Con la apertura de la puerta de Gibraltar, el llenado del Mediterráneo debió ser un asunto más bien rápido; quizá solamente un centenar de años después del cataclismo, el flujo del Atlántico debió haber llenado completamente la cuenca del Mar Vacío, anegando el antiguo valle del Ródano hasta casi tan al norte como Lyon, e indudablemente iniciando ajustes tectónicos que no solamente alteraron el suelo del Mediterráneo hasta su actual topografía de abismos y bajíos sino que también causaron profundas modificaciones en la geología de la península italiana, Sicilia, y otras regiones inestables[*].

El mapa del Mar Vacío que he trazado es enteramente especulativo, especialmente en su tratamiento del Estuario del Lago Sur, el Gran Pantano Salino, y las regiones hoy conocidas como el mar de Alborán y la cuenca Algeriana. Hay, sin embargo, restos volcánicos que hacen que mi dique de cenizas y escoria sea remotamente plausible; por ejemplo, en el cabo de Gata; en el Cap de Trois Fourches, en Marruecos; y por supuesto la propia isla de Alborán.

He postulado que la flora y la fauna pontianas eran contemporáneas con la inundación del Mediterráneo. El clima, geografía, vegetación y vida animal de los tiempos pontianos fueron esencialmente tal como son descritos en la novela… pero geólogos y paleobiólogos detectarán rápidamente unas cuantas licencias que espero puedan serme perdonadas en aras del entretenimiento. Los ramapitecos, esos enigmáticos y fascinantes homínidos que han recibido multitud de apodos, son situados en una época tan tardía como los tiempos pontianos en virtud de una mandíbula descrita en 1972 por G. H. R. von Koenigswald, que les dio el nombre de Graecopithecus freybergi.

La estructura denominada el Ries (o Rieskessel) es tema de una cierta controversia… pues una escuela de pensamiento lo acepta como un astrobleme mientras que otro sostiene que es el resultado de una explosión criptovolcánica que arrojó a la superficie materiales «meteoríticos». Algunos argumentos en favor del último punto de vista son resumidos en el libro de G. H. J. McCall Meteoritos y sus orígenes (Nueva York: Wiley, 1973). La hipótesis de más dramático impacto es elegantemente defendida en el trabajo de E. Preuss «Das Ries und die Meteoriten-Theorie» (Stuttgart: Fortschritte der Mineralogie, 1964, 41:271-312). McCall parece no haber tomado en consideración el material de Preuss en su investigación posterior. En mi novela, los datos de trayectoria, velocidad y masa son tomados de Preuss. Tanto las pruebas K/Ar como de huellas de fisión en las tectitas moldavitas (normalmente consideradas de la misma época que el Reis) dan una edad aproximada de 14'7 ± 0'7 millones de años.