Ópalo y Ámbar forman el primer par,
Ágata canta en si, del lobo el avatar,
Dueto —¡Solutio!— con Aguamarina.
Siguen poderosas las Esmeralda y la Citrina,
los gemelos cornalina en Escorpión,
y Jade, el número 8, digestión.
En mi mayor: negra Turmalina,
Zafiro en fa se ilumina.
Y casi al mismo tiempo el Diamante,
11 y 7, del León rampante.
¡Projectio llega! Fluye el tiempo,
Y Rubí constituye el final y el comienzo.
De los Escritos secretos del conde de Saint Germain.