«Cuanto tú cambias, todo cambia a tu alrededor. ¡Esto es magia!»
Mientras escribía este libro, ocurrieron una increíble cantidad de cosas maravillosas y conocí a tantas personas fantásticas que me es completamente imposible enumerarlas todas.
Solo diré que estoy infinitamente agradecida por todos los mágicos acontecimientos que me llevaron a conocerlas. Y no: yo no creo en las casualidades.
Quiero dar las gracias a todos los lectores que se han tomado el trabajo de escribirme un mail o una carta o que han asistido a una lectura; sus alabanzas me han motivado enormemente.
Talyn alias Dorit, gracias por tu ojo de águila en lectura de pruebas.
Extraje también mucha inspiración y nuevos estímulos del grupo de lectura creativa de las lechuzas libreras; ¡gracias, queridas amigas, por todas vuestras reflexiones! Kamelin, tú encontraste el nombre correcto para el hermano pequeño de Gideon.
El nombre Purpleplum lo robé igualmente del círculo de las lechuzas libreras. (¡A mí misma me encantaria llamarme asi!)
Saludos cariñosos a todas las chicas del fórum Rojo rubí; Laura, Nathiii, jelly, jojo, Jolly, mia, sunrise, AyAym coco, AnA, leo y las demás, ¡sois fabulosas!
¡Y lo mismo digo de Daniela Kern, que se ocupa de la Homepage y del fórum!
¡El hecho de que mi ilustradora favorita indiscutible Eva Schöffmann-Davidoff haya creado la cubierta de este libro aún me sigue pareciendo increíble! También tengo claro que mucha gente comprará el libro solo por la portada, pero en ese caso ya me parece bien. Puedo entenderlo y yo haría exactamente lo mismo.
Muchas gracias igualmente a Thomas Frotz, que ha proporcionado al Xemerius de mi imaginación su verdadera forma, tridimensional y absolutamente encantadora.
Espero que pronto haya muchos Xemerius que se puedan colocar sobre el escritorio; aún trabajo en la fórmula que les insufle vida.
Gracias a todos los que han tenido tanta paciencia conmigo este año; ¡tengo mucha suerte de teneros a mi lado!
Por razones de tiempo (¡el último capítulo no está acabado ni mucho menos!), me gustaría expresar mis agradecimientos a solo cuatro personas más que son especiales para mí: mi maravillosa agente Petra Hermanns, mi fantástica lectora Christiane Düring, mi querida amiga Eva y mi infatigable mamita.
Gracias por todo, mamá, y también por haber leído este libro con el entusiasmo de una quinceañera. Eva, sin tu apoyo moral algunos días no habría conseguido escribir ni una sola palabra. ¡Petra, realmente eres un regalo del cielo! ¡Christiane, no sé cómo lo haces, pero al final siempre pienso que todo han sido solo ideas mías! ¡Y las tuyas son las mejores!
Gracias también a las dos por los magníficos días en Londres.